Una maratónica cumbre sobre los sistemas alimentarios, convocada por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, tendrá lugar este jueves en Nueva York en el marco de la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas.
El evento tiene como objetivo buscar una transformación de los sistemas alimentarios en todo el mundo con compromisos de gobiernos, entidades, comunidades y empresas, dentro de las metas de erradicar el hambre para 2030.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido aportar 10.000 millones de dólares a esta empresa, repartidos a la mitad para los esfuerzos nacionales y los internacionales.
El secretario de Agricultura, Tom Vilsack, y la administradora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID, Samantha Power, expondrán las iniciativas de la administración Biden concebidas para fomentar sistemas alimentarios más sólidos, sostenidos y equitativos en Estados Unidos y en el exterior, explicó el martes una alta funcionaria en una conferencia de prensa.
“El presidente durante su campaña estuvo muy comprometido en revisar la inseguridad alimentaria en Estados Unidos y la interrelación con la inseguridad alimentaria que vemos en el exterior”, dijo la funcionaria.
Entre los anuncios que hará Estados Unidos este jueves, algunos serán de índole financiera y otros de programas concretos y coaliciones que ha logrado formar, explicó la funcionaria, como la coalición global para comidas escolares, que ayudará a que cada niño tenga acceso a meriendas nutritivas en las escuelas para 2030.
El gran esfuerzo será alentar a otros países a sumarse a las iniciativas, sin olvidar la amenaza del cambio climático y los estragos que ha dejado la pandemia del coronavirus en las cadenas de alimentos globalmente.
En su presentación del Informe de políticas sobre las repercusiones del COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición, Guterres dijo que en el mundo hay alimentos más que suficientes para alimentar a los 7.800 millones de habitantes del planeta.
Sin embargo, actualmente más de 820 millones de personas pasan hambre y los sistemas alimentarios están fallando. Cada vez está más claro que hay una emergencia alimentaria mundial inminente que podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de niños y de adultos.
La última vez que la comunidad internacional celebró una cumbre de esta magnitud fue en 1996 en Roma, donde se prometió reducir a la mitad el número de personas con desnutrición crónica en el mundo para 2015.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU recibió en 2020 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para combatir el hambre y la inseguridad alimentaria en todo el mundo.
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