Los temores generados por el brote del nuevo coronavirus en Estados Unidos han creado legiones de acaparadores de alimentos en lata, cenas congeladas, papel higiénico y productos de limpieza. Muchos sólo quieren estar preparados, mientras escuchan advertencias sobre cuarentenas y un creciente número de compañías grandes piden a sus empleados que trabajen desde casa.
El COVID-19, la enfermedad que ha afectado a más de 100.000 personas en todo el mundo, ha causado la muerte a más de 3.400.
Se espera que los nuevos acopios de suministros duren semanas, resultando en una bendición para los minoristas a descuento y las tiendas de abastecimiento, además de los servicios de entrega de alimentos a domicilio, pero también crean problemas logísticos.
Durante una teleconferencia con inversionistas la semana pasada, el director financiero de Costco, Richard Galanti, dijo que el frenesí de compras hizo que las cifras de ventas “rompieran récords” en todo Estados Unidos.
Target y Walmart están hablando con los abastecedores para rellenar sus estantes, pero no indicaron cuánto tiempo pudiera tomar.
Instacart reportó un aumento en la demanda de leche en polvo y alimentos enlatados, además de vitaminas y desinfectantes de manos.
La venta de desinfectantes en Estados Unidos subió 73% en las cuatro semanas que concluyeron el 22 de febrero, comparado con el mismo período el año previo, informó la firma Nielsen, al tiempo que las ventas de termómetros se dispararon 47%.
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