El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el jueves la acusación a siete espías militares rusos por cargos de pirateo cibernético relacionados con la filtración de datos de pruebas de drogas de atletas olímpicos en un presunto esfuerzo por socavar los esfuerzos internacionales para exponer al dopaje ruso.
Cuatro de los oficiales de la GRU, la agencia de inteligencia militar rusa, también fueron acusados de atacar a organizaciones que investigaron el supuesto uso de armas químicas por parte de Rusia, incluido el envenenamiento de un ex espía ruso en Gran Bretaña.
Tres fueron procesados en julio por presuntamente conspirar para interferir en las elecciones presidenciales de 2016.
La acusación expone aún más la campaña generalizada de Moscú para desacreditar a la democracia occidental y las instituciones internacionales a través de la desinformación y otras medidas. El objetivo, dijeron los funcionarios, es enturbiar o alterar las percepciones de la verdad.
La noticia se produjo cuando el gobierno británico acusó el jueves a la agencia de inteligencia militar rusa GRU de "ataques cibernéticos imprudentes e indiscriminados", acusándolo de todo, desde la piratería de los registros médicos de los mejores atletas hasta las interrupciones del sistema de metro de Kiev y el robo de correos electrónicos en el Comité Nacional Demócrata.