El Departamento de Justicia de Estados Unidos amplió su acusación contra varios rusos en el denominado ataque de malware “WhisperGate”, cuyo objetivo era destruir los sistemas cibernéticos de Ucrania y de 26 aliados de la OTAN, entre ellos Estados Unidos.
En una acusación sustitutiva anunciada este jueves, se añade a cinco oficiales de inteligencia militar de Rusia como acusados en una conspiración para desmoralizar al pueblo ucraniano la víspera de la invasión rusa.
Un funcionario federal dijo que el ataque de malware “WhisperGate” lanzado en enero de 2022 podría considerarse como el primer disparo en la guerra.
Los ciberataques también lograron penetrar empresas estadounidenses y tuvieron como objetivo la infraestructura y sistemas cibernéticos ucranianos no relacionados con la defensa, entre ellos el sistema judicial, los servicios de emergencia, la seguridad alimentaria y la educación, señalaron.
“En un intento de socavar la moral del público ucraniano, los acusados también robaron y filtraron datos personales de miles de civiles ucranianos, incluso publicando información de salud de pacientes y otras datos privados sensibles para venderlos en línea y hostigar posteriormente a las víctimas”, dijo Matthew Olsen, subprocurador general de seguridad nacional.
Los ataques no se limitaron a Ucrania, dijo Olsen en una conferencia de prensa en Baltimore, con el fiscal federal de Maryland Erek Barron.
“Atacaron computadoras de todo el mundo y usaron las infraestructuras cibernéticas de una empresa con sede en Estados Unidos, que participó involuntariamente, para lanzar los ataques con WhisperGate”, dijo Olsen.
“Llegaron a atacar sistemas cibernéticos de otras naciones que apoyan a Ucrania en su lucha por la supervivencia. Finalmente, sus ataques incluyeron sistemas cibernéticos de 26 socios de la OTAN, entre ellos Estados Unidos”.
Un jurado investigador federal de Baltimore acusó a los oficiales de inteligencia Vladislav Borovkov, Denis Denisenko, Yury Denisov, Dmitry Goloshubov y Nikolai Korchagin junto con Amin Timovich, un civil ruso de 22 años.
El organismo los acusa de conspirar para obtener acceso no autorizado a computadoras vinculadas con los gobiernos de Ucrania y sus aliados. El gobierno estadounidense ofrece 60 millones de dólares en recompensas por ayuda que conduzca a localizar a los acusados o alguna actividad cibernética maliciosa.
William J. DelBagno, agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en Baltimore, dijo que “no se tolerará este tipo de guerra cibernética. El alcance de los delitos de Rusia no se puede pasar por alto”.
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