Los argentinos fallecidos en el reciente ataque terrorista en Nueva York habían compartido la escuela secundaria tres décadas atrás, trabajaban en el mundo de la construcción, cuidaban a sus familias y, por encima de todo, cultivaban su larga amistad.
Los cinco celebraban en Nueva York el trigésimo aniversario de su graduación de la escuela secundaria cuando un terrorista a bordo de una camioneta los arrolló mientras paseaban en bicicleta por el sur de Manhattan.
Los homenajes de sus conciudadanos en las redes sociales son innumerables.
Aquí una breve reseña de cada una de las víctimas.
HERNÁN MENDOZA
Tenía 47 años, era arquitecto, estaba casado y tenía tres hijos.
Fue socio fundador del estudio de arquitectura Amas4tro junto a Ariel Benvenuto, su ex compañero en la secundaria y uno de los sobrevivientes del ataque.
Mendoza era un fanático del deporte. De niño jugaba al fútbol en la escuela Renato Cesarini, dedicada a la formación de jugadores principalmente de la provincia de Santa Fe. El volante del Barcelona Javier Mascherano surgió allí, mientras el entrenador del seleccionado argentino Jorge Sampaoli fue instructor.
“Siempre amante del deporte y de su profesión”, recordó su amigo César Lagostino, compañero de gambetas en Cesarini. “Lo recuerdo como persona honesta, de las que merecen quedarse en este mundo. Generosa y tranquila”.
ARIEL ERLIJ
Tenía 48 años y era ingeniero civil. Estaba casado y era padre de tres varones.
Fundó la empresa Ivanar, dedicada a la producción siderúrgica. Era el de mayor poder adquisitivo del grupo. Fue quien tomó la iniciativa de fijar una fecha para el viaje y ayudó a los amigos que no podían costearlo.
Erlij era conocido por las autoridades de Rosario y Santa Fe ya que impulsó varios proyectos de inversión.
HERNÁN FERRUCHI
Tenía 47 años y era arquitecto. Estaba casado y era padre de dos niñas.
Había desarrollado una prolífica carrera en la constructora Fundar. Fue uno de los autores de proyectos inmobiliarios que se desarrollaron en una próspera zona cercana a Rosario.
Compañeros de trabajo y empresarios del sector de la construcción lo describieron como un hombre con mucha experiencia, “humilde y muy querido”.
ALEJANDRO PAGNUCCO
Tenía 49 años, era arquitecto y vivía en Funes, una localidad cercana a Rosario.
Apodado “Picho”, estaba casado y tenía tres hijas, dos de ellas mellizas. Frecuentaba el club Rowing, donde jugaba al vóley y al fútbol.
Se dedicó a la arquitectura y luego se desempeñó en el equipo de ventas de Femaco Materiales, proveedora de materiales para la construcción. La compañía recordó “con profundo afecto” a su compañero en su página de internet.
Femaco pertenece al grupo Brayco, cuyo presidente es Iván Brajkovic, otro de los sobrevivientes del atentado.
DIEGO ANGELINI
Tenía 48 años, era arquitecto y vivía con su esposa y cuatro hijos.
Frecuentaba el club Rowing de niño, donde jugaba al fútbol. El club cerró sus puertas el miércoles en señal de duelo.
Siguió las huellas de su padre en el mundo de la construcción. Dirigía el estudio Angelini Arquitectos de Rosario.
Colegas de trabajo afirman que era un hombre que “protegía” a su familia y que era un “espectacular profesional”.
ANN-LAURE DECADT
Ann-Laure Decadt, una ciudadana belga de 31 años madre de dos niños también falleció en el ataque del día de Halloween en la ciclovía del río Hudson.
Ella estaba de visita en Estados Unidos con su madre y sus hermanas, dijo su esposo Alexander Naessens. "Soy un hombre destrozado", afirmó a la revista TIME.
Decadt, deja un niño de 3 años y otro de tres meses. Su esposo la recuerda como una "compañera fantástica" y "la madre más hermosa".
La madre y las dos hermanas de Ann-Laure no resultaron heridas en el ataque.
Nicholas Cleves
El joven de 23 años era desarrollador de programas de software y había comenzado recientemente a trabajar por primera vez en su campo dijo un amigo suyo a la afiliada de CNN, WABC.
"Era muy muy bueno, amable, inteligente y curioso". Siempre conversábamos sobre lo que estaba estudiando en la escuela", dijo Bahji Chancey a WABC.
Cleves se había graduado recientemente del Skidmore College en Saratoga Springs, New York. El colegio universitario dijo en un comunicado que Cleves también trabajaba como analista y desarrollador de páginas web.
Cleves creció en Nueva York y viajaba en bicicleta a todas partes en la ciudad.
Darren Drake
La segunda víctima estadounidense, Darren Drake, de 32 años, era un ávido lector y siempre estaba ayudando a sus padres.
"Tenía todo en la vida. Todo lo que uno pueda imaginar", dijo su padre Jimmy Drake a la afiliada de CNN, WCBS.
Drake vivía en New Milford, Nueva Jersey, pero trabajaba en Nueva York en como gerente de proyectos de Moody's Analytics, una firma de investigaciones económicas.
Darren, que hubiera cumplido años en dos semanas, murió en el hospital, sus padres no pudieron contactarlo por horas luego del ataque y se enteraron de su fallecimiento cuando fueron al hospital Bellevue de Nueva York.