La ballena de aleta de 18 metros que apareció varada el miércoles en una playa del sudoeste de Nueva York no logró sobrevivir, indicó el jueves uno de los expertos que intentaba salvarla.
" La ballena ha muerto", dijo Rob Di Giovanni, director de la Foundation Riverhead de Preservación e Investigación de la Vida Marina de Long Island.
El cetáceo había sido descubierto el miércoles a la mañana por una persona que paseaba en una playa de Rockaways (Queens), en la zona de Breezy Point, y que alertó de inmediato al servicio de emergencias.
Los primeros en dirigirse al lugar fueron policías y bomberos, que rociaron al animal con agua para mantenerlo con vida. Luego llegaron biólogos de la Riverhead Foundation, que constataron que la ballena se encontraba en muy malas condiciones, por lo que sus posibilidades de supervivencia eran escasas.
Solo la ballena azul, que puede alcanzar 30 metros de longitud, es más grande que la especie hallada en Nueva York, de la cual se han encontrado ejemplares de hasta 27 metros y 70 toneladas de peso.
Mendy Garron, coordinadora regional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA, según sus siglas en inglés), afirmó el jueves a la agencia de noticias AFP que el "desafío" ahora era qué hacer con el cadáver del animal.
"Es necesario equipamiento pesado. Están buscando un lugar para enterrarlo o un vertedero", indicó.
Según estudios de la Riverhead Foundation, al menos 25 especies de ballenas y delfines han sido avistados en la región de Nueva York en los últimos años.
" La ballena ha muerto", dijo Rob Di Giovanni, director de la Foundation Riverhead de Preservación e Investigación de la Vida Marina de Long Island.
El cetáceo había sido descubierto el miércoles a la mañana por una persona que paseaba en una playa de Rockaways (Queens), en la zona de Breezy Point, y que alertó de inmediato al servicio de emergencias.
Los primeros en dirigirse al lugar fueron policías y bomberos, que rociaron al animal con agua para mantenerlo con vida. Luego llegaron biólogos de la Riverhead Foundation, que constataron que la ballena se encontraba en muy malas condiciones, por lo que sus posibilidades de supervivencia eran escasas.
Solo la ballena azul, que puede alcanzar 30 metros de longitud, es más grande que la especie hallada en Nueva York, de la cual se han encontrado ejemplares de hasta 27 metros y 70 toneladas de peso.
Mendy Garron, coordinadora regional de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA, según sus siglas en inglés), afirmó el jueves a la agencia de noticias AFP que el "desafío" ahora era qué hacer con el cadáver del animal.
"Es necesario equipamiento pesado. Están buscando un lugar para enterrarlo o un vertedero", indicó.
Según estudios de la Riverhead Foundation, al menos 25 especies de ballenas y delfines han sido avistados en la región de Nueva York en los últimos años.