El presidente Donald Trump perdonó el jueves a Jack Johnson, el primer campeón negro de peso pesado, que fue condenado en 1913 por transportar a una mujer blanca a través de las fronteras estatales "con fines inmorales".
Johnson fue declarado culpable en virtud de la Ley de Tráfico de Esclavos Blancos o Ley Mann. El caso llamó mucho la atención como un grave error de la justicia y un símbolo de la profundidad del racismo en el sistema judicial.
Bell Schreiber, la mujer transportada por Johnson, trabajaba como prostituta y mantenía una relación estable con el campeón de los pesados.
Johnson fue sentenciado a un año de prisión, pero huyó del país por varios años y regresó en 1920 para cumplir su condena.
Varios ex-campeones y campeones de boxeo de peso pesado se reunieron en la Casa Blanca para la ocasión, invitados por el Consejo Mundial de Boxeo, incluidos el estadounidense Deontay Wilder y el británico Lennox Lewis, quien antes de la ceremonia subió un fotografía graciosa a su cuenta de Twitter, donde aparece con Sylvester Stallone y Wilder.
"Yo y @BronzeBomber convirtiendo a @TheSlyStallone en un emparedado de nudillos. Estamos en DC para el perdón de Jack Johnson quien fue condenado injustamente de violar #TheMannAct", dice el mensaje.
Johnson no solo fue el primer hombre negro en ganar el campeonato mundial de los pesos pesados, sino que también fue un hombre negro raro de su época. Era impetuoso, ostentoso y no se arrepentía de su riqueza y éxito. Se mofaba de sus oponentes en el ring y salía con mujeres blancas, algo que era tabú en ese momento.
La personalidad y la raza de Johnson llevaron a una cobertura dura de los periódicos a lo largo de los años, lo que solo sirvió para promover una imagen negativa del luchador.
La Ley Mann, lleva el nombre del congresista James Robert Mann de Illinois, y en su forma original convertía en un delito el transporte comercial interestatal o extranjero de "cualquier mujer o niña con el propósito de prostitución o libertinaje, o para cualquier otro propósito inmoral".
Su principal intención declarada era abordar la prostitución, la inmoralidad y la trata de personas, en particular cuando la trata de personas era con fines de prostitución.
Es una de varias leyes de protección orientadas a la reforma moral durante la "era progresista", un período de amplio activismo social y reforma política en Estados Unidos, que se extendió desde los años 1890 a la década de 1920.
En la práctica, el lenguaje ambiguo de la legislación respecto a la "inmoralidad" ha resultado en su uso para criminalizar incluso el comportamiento sexual consensuado entre adultos. Fue enmendada por el Congreso en 1978 y nuevamente en 1986 para aplicarla al transporte con fines de prostitución o actos sexuales ilegales.