California está tomando medidas más restrictivas para detener la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19), para ello ha reforzado la necesidad del "distanciamiento social".
En el estado del este, se mantiene la prohibición de grandes reuniones, se cerraron parques de diversiones, y la mayoría de las escuelas están cerradas.
Y el gobernador ordenó la clausura temporal de bares y clubes nocturnos.
Aún antes de estas medidas, el sector gastronómico estaba sufriendo grandes pérdidas, sobre todo ha afectado a restaurantes latinos.
El coronavirus tiene a René Vildoza, dueño del restaurante "El Morfi" desde hace 28 años, muy preocupado.
“Terriblemente mal, terriblemente mal (...) no entra nadie ni el teléfono suena”, dijo el hombre en su pequeño negocio.
El pánico por el COVID-19 tiene al negocio de este emprendedor, al borde del colapso.
Vildoza se queja porque los gastos siguen aumentando por medio del gas, la luz: "Las deudas nos están arrinconando en estos momentos".
Contó que ha tenido que despedir a tres personas y recortarles horas a los demás empleados.
En esta noche en particular, solo estaba trabajando un cocinero, y Vildoza, para atender a dos clientes solitarios, afirmó.
Para este hombre de negocios, la situación está peor que durante la recesión de 2009.
“Se está haciendo largo y no veo que se pueda solucionar al límite de tiempo que yo tengo económicamente”, lamentó.
"Sería muy bueno que las autoridades correspondientes nos pudieran dar una ayuda para poder seguir adelante", reclama.
Manejar un restaurante puede ser una empresa muy difícil, con pocas ganancias, especialmente para dueños de pequeños establecimientos que dependen de una clientela constante. Sin clientes, no hay negocio. Y esta situación tiene a los dueños de pequeños restaurantes, preocupados sobre su futuro económico".
Para muchos establecimientos, la situación seguirá empeorando.
El domingo, el gobernador de California decretó el cierre de todos los bares y discotecas en el estado para frenar la propagación del coronavirus. Horas más tarde, en una acción de emergencia, el alcalde de Los Ángeles expandió el cierre a cines y gimnasios y ordenó a restaurantes solo preparar comidas para llevar y entregas a domicilio.
"Ahora nos damos cuenta qué vulnerables que somos todos", concluyó René.