El Congreso de EE.UU. pone fin a un largo mes de receso de verano y reanuda sus sesiones esta semana con una agenda cargada de importantes decisiones pendientes, relacionadas con la economía del país y el bienestar de los estadounidenses.
Los legisladores se tomaron un descanso luego de semanas de enconados debates al cabo de los cuales lograron aprobar sólo a última hora un nuevo límite para la deuda del país, que ya rebasaba los $14,3 billones de dólares.
Pero si llegar a un acuerdo entonces fue algo peliagudo, de igual manera enfrentan ahora el desafío de recortar más los gastos del gobierno y tratar de reactivar a la vez la desfalleciente economía creando fuentes de empleo.
Las cifras del mercado laboral fueron muy decepcionantes en agosto, y con 14 millones de estadounidenses sin trabajo la tasa de desempleo, que no ha bajado del 9,2 por ciento, sigue siendo un serio obstáculo para la recuperación económica del país.
El presidente Barack Obama tiene previsto dar a conocer el jueves 8 de septiembre un nuevo plan para crear más empleos, mientras los republicanos insisten en que no van a permitir mayores gastos por parte del gobierno.
Como reflejo del deterioro de la economía, el grado de aprobación de los estadounidenses a la labor del presidente se ha desplomado de manera notable, aunque el grado de descontento de los electores con los congresistas revelado por las encuestas es mucho mayor.
Así las cosas, un grupo de 12 legisladores, mitad demócratas, mitad republicanos, tienen la encomienda de llegar a un acuerdo en torno a $1,2 billones de dólares más en recortes presupuestarios, como parte de lo pactado para poder elevar el techo de la deuda.
El Congreso también debe elaborar planes de gastos para las agencias del gobierno antes de que comience el nuevo año fiscal, el próximo 1ro. de octubre, o aprobar en su lugar una legislación para que puedan seguir operando con sus presupuestos actuales.
Los gastos de numerosos programas, incluyendo la defensa y los servicios de salud para los mayores de 65 años podría verse afectados, así como el servicio postal, que ya afronta falta de fondos. También podrían estar en peligro los fondos de ayuda para desastres en momentos en que varios estados buscan ayuda federal para lidiar con los destrozos recién causados por el huracán Irene.
Antes de que finalice el año, el Congreso podría someter a votación además tres acuerdos de libre comercio pendientes de ratificación: con Colombia, Panamá y Corea del Sur, y otro que busca establecer “relaciones de comercio normales y permanentes” con Rusia.