El vicepresidente Mike Pence y Karen Pence liderarán la delegación de EE.UU. a los Juegos Olímpicos de Invierno 2018 en Corea del Sur.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo el miércoles que Pence asistirá a los juegos, programados para el 9 y 25 de febrero en Pyeongchang.
Pence hará una breve escala en Alaska para revisar los sistemas de defensa de misiles balísticos intercontinentales y en Japón.
La Casa Blanca dice que Pence hará hincapié en el compromiso de los Estados Unidos con la estabilidad en la región con los líderes de Corea del Sur y Japón.
Corea del Norte aceptó participar en los juegos en Corea del Sur, y los dos países acordaron sostener más discusiones para aliviar la tensión a lo largo de su frontera y reabrir una línea directa militar.
EE.UU. y otras potencias mundiales quieren que Corea del Norte abandone su programa de armas nucleares.
Trump abierto a conversaciones con Pyongyang "en el momento apropiado"
Este miércoles, el presidente Donald Trump, dijo que está abierto a las conversaciones con Corea del Norte "en el momento apropiado".
La Casa Blanca informó que el presidente habló por teléfono el miércoles con el presidente surcoreano, Moon Jae-in. "Los dos líderes subrayaron la importancia de continuar la campaña de máxima presión contra Corea del Norte", dice una lectura de la conversación emitida por la oficina de la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders.
"El presidente Trump expresó su apertura a la celebración de conversaciones entre los Estados Unidos y Corea del Norte en el momento apropiado en las circunstancias correctas", indica el comunicado.
"Sin nuestra actitud nunca hubiera sucedido"
Poco después, en declaraciones a periodistas durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, el presidente reiteró que había hablado con el presidente Moon.
"...Está muy agradecido por lo que hemos hecho para tener conversaciones con Corea del Norte, veremos cómo sucede eso. Sintió que la original, que la charla inicial fue extremadamente buena, tuvo muchos comentarios buenos...", afirmó.
Señaló que el secretario de Estado Rex Tillerson estuvo también en el teléfono y que la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, recibió toda la información".
Trump dijo que la conversación fue "muy buena y veremos a dónde va...".
Dijo también que el mandatario surcoreano Moon, "Está muy agradecido por lo que hemos hecho, así se informó hoy, que fuimos nosotros, sin nuestra actitud nunca hubiera sucedido. Quién sabe a dónde conduce, ojalá lleve al éxito para el mundo, no solo para nuestro país, sino para el mundo. Y veremos en las próximas semanas y meses lo que sucede ".
La oficina de Moon informó por primera vez sobre la conversación, que se produjo un día después de que Corea del Norte y Corea del Sur mantuvieran sus primeras conversaciones en más de dos años.
Fue la segunda vez que los líderes de EE.UU. y Corea del Sur hablaron en menos de una semana.
Una lectura proporcionada por la Casa Azul de Seúl incluye una caracterización similar, citando a Trump diciendo a Moon: "En los momentos y circunstancias apropiados, Estados Unidos está abierto si Corea del Norte quiere hablar".
La lectura de Corea del Sur dice que Trump acordó que no habría ninguna acción militar mientras se llevaran a cabo conversaciones.
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Más temprano el miércoles, Moon enfatizó que la desnuclearización de Corea del Norte es el objetivo a largo plazo de sus esfuerzos para comprometerse con Pyongyang para participar en los próximos Juegos Olímpicos, y para reanudar las conversaciones militares.
"Lo que podemos hacer en este momento es mejorar las relaciones intercoreanas, involucrar a Corea del Norte en el diálogo, para que Corea del Norte pueda volver a la mesa de negociaciones para la desnuclearización", dijo Moon durante su conferencia de prensa anual de Año Nuevo.
Moon describió los acuerdos alcanzados durante las conversaciones intercoreanas del martes como un primer paso positivo que podría crear una pausa en las provocaciones y dar impulso a la diplomacia.
Después de que las delegaciones de alto nivel se reunieron durante 11 horas, las dos delegaciones acordaron restablecer una línea de emergencia de comunicación entre sus países y sostener conversaciones militares para resolver disputas y evitar conflictos accidentales en un momento en que las tensiones son altas por los esfuerzos de Corea del Norte para desarrollar misiles capaces de golpear a los Estados Unidos.
