La organización Transparencia Internacional reconoce que en Latinoamérica crece el compromiso contra la corrupción y destaca que Estados Unidos está entre las 16 naciones que tiene una lucha efectiva contra este flagelo.
En su informe anual "Percepción sobre la Corrupción en el mundo", publicado este miércoles, la organización con sede en Alemania advierte que no hay muchas diferencias con el año anterior.
Su director para las Américas, Alejandro Salas, dijo en entrevista con la Voz de América que a nivel mundial hay varios países que han mejorado individualmente y otros que han empeorado.
“La corrupción continúa siendo uno de los grandes problemas que enfrentamos día a día y la mayoría de los países tienen mucho trabajo que hacer para combatirla”, expresó Salas.
Salas abordó temas específicos dentro del informe y dijo que una de las buenas noticias es que Estados Unidos mejoró su calificación.
"Es uno de los países que más ha subido en la escala de calificación este último año y se ubica entre las 168 naciones con 76 puntos de 100”, remarca el funcionario.
En este contexto Salas enfatiza en el papel internacional de la justicia estadounidense con un ejemplo específico.
“La acción de la justicia estadounidense al impulsar una investigación por casos de corrupción en la FIFA ha marcado un enorme reconocimiento del compromiso de este país en la lucha de este flagelo más allá de sus fronteras”, dice el director para las Américas de Transparencia Internacional.
Salas destaca que el capítulo Latinoamérica del Índice de Corrupción 2015 muestra, lamentablemente, que las naciones se ubican por debajo del promedio mundial.
“Todas las naciones de la región están por debajo de 40 en una calificación de 100 y esto las pone en la misma situación de países en el África o Europa del Esta, y estas no son buenas noticias”, dijo Salas.
El experto destaca como casos puntuales los escándalos de corrupción en Brasil y Guatemala.
“Las investigaciones a funcionarios del gobierno brasileño y a Petrobras, y la detención del presidente y vicepresidenta de Guatemala, son una clara muestra de que la corrupción ya no es responsabilidad de uno o dos funcionarios, son prácticamente redes de crímen organizado”, concluyó Salas.
