La muerte de Fidel Castro no significa el fin de la dictadura pero es el inicio de una etapa en la que muchos cambios pueden favorecer a los cubanos, advierte un legislador estadounidense.
“Fidel Castro tenía que desaparecer físicamente para lograr un cambio real en Cuba”, afirma en entrevista con la Voz de América el legislador republicano por Florida, Mario Díaz Balart.
“La muerte de un tirano no abre automáticamente la puerta hacia la democracia, y eso lo ha demostrado la historia con Francisco Franco o Trujillo también, pero en el caso de Cuba no podía haber un cambio real sin la muerte de Castro, y este es el momento para impulsar la recuperación de los derechos de los cubanos”, añade el legislador federal.
“Raúl Castro es igual a su hermano, tiene las mismas características de dictador, pero el cerebro real detrás de la represión y la negación de los derechos fundamentales siempre fue Fidel, no sólo para Cuba sino también para muchos lugares del mundo, y el mejor ejemplo es Venezuela”, afirma Díaz Balart.
El legislador republicano que junto sus colega Ileana Ros-Lehtinen, Marco Rubio, Robert Menéndez, Carlos Curbelo y otros mantienen su posición crítica a las medidas del presidente Barack Obama, expresa conceptos muy puntuales sobre la esperanza de cambio que ahora lo anima.
“Estados Unidos tiene que ayudar a los cubanos a rescatar sus derechos fundamentales, pero no a través del financiamiento del régimen de los hermanos Castro, porque ahora la muerte de Fidel es un duro golpe a Raúl Castro y es el momento para exigir cambios que beneficien al pueblo”, afirma Díaz Balart.
Sobre las acciones anticipadas por el presidente electo de EE.UU., Donald Trump y ratificadas por miembros de su equipo de transición, Díaz Balart afirma que la forma de encarar el proceso es muy simple.
“Primero hay que hacer cumplir la ley y eso significa no dar concesiones a la tiranía de Cuba hasta que no se cumplan variascondiciones: Libertad para todos los presos políticos cubanos, establecer libertades básicas como el derecho a informar e informarse, libre asociación, y conformación de partidos políticos; y esto dará pie a iniciar un proceso de elecciones multipartidistas”, afirma el legislador Díaz Balart.
Analizando los alcances de las medidas ejecutivas del presidente Obama, Díaz Balart afirma que tiene una firme esperanza en los cambios que se ejecutarán a partir de enero bajo la presidencia de Donald Trump
“Este es el momento para ayudar al pueblo cubano, a la oposición para que logre organizarse, y eso es lo que ha sostenido el presidente electo, porque no se trata solamente de los cubanos sino de la seguridad nacional de Estados Unidos y la del continente”, afirma Díaz Balart.
“No habría mejor noticia para Venezuela que el fin de la dictadura cubana, y esa sería una consecuencia de una política hacia Cuba que no contemple concesiones unilaterales”, advirtió el legislador republicano.
Sobre el papel del Congreso estadounidense en este proceso, Díaz Balart afirma que hay un apoyo real desde hace muchos años a mantener las sanciones a Cuba mientras no haya cambios reales en la Isla.
“Sin embargo, podemos hacer mucho más, y ahí estaré junto a mis colegas para redoblar nuestra esfuerzo. Hacía falta un cambio en la Casa Blanca para cambiar los objetivos y también hacía falta que Fidel Castro muera para ponernos en esta coyuntura que puede ayudar al pueblo de Cuba”, concluyó Mario Díaz Balart.
