Un fugitivo hondureño de 35 años fue deportado desde EEUU hacia su país de origen el pasado 18 de noviembre, informó el martes el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su siglas en inglés). Rony Roberto Lago Corrales, era buscado en Honduras por los crímenes de asesinato, intento de asesinato y asociaciones ilícitas.
Lagos Corrales, quien se encontraba ilegalmente en EEUU, fue trasladado en avión desde Alexandria, Luisiana; al Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales en San Pedro Sula, Honduras, donde fue entregado a las autoridades.
Agentes federales desconocen la fecha y el lugar de entrada del fugitivo a EEUU, sin embargo, Lagos Corrales ya había tenido encuentros con la justicia durante su estancia en el país, según ICE.
El 26 de abril de 2018, agentes de la división de Operaciones de Ejecución y Remoción (ERO) de ICE, lo apresaron en Springfield, Virginia, donde fue liberado bajo fianza. Sin embargo, Lagos Corrales no se presentó a las audiencias de inmigración posteriores lo que lo convirtió en un fugitivo.
“Los fugitivos extranjeros que huyen de la persecución penal en su país de origen con la esperanza de esconderse en el área de responsabilidad del ERO en Houston, pronto descubrirán que no hay refugio seguro en el sureste de Texas para los delincuentes buscados”, dijo Matt Baker, director interino de la oficina de campo de ERO Houston.
A pesar de que la orden de deportación fue emitida por un juez federal en mayo de 2019, no fue hasta el 15 de septiembre de 2022 que oficiales de inmigración encontraron a Lagos Corrales en la Cárcel del Condado de Brazoria en Angleton, Texas, tras ser detenido por cargos locales.
El 4 de octubre, la Oficina del Sheriff del Condado de Brazoria liberó a Lagos Corrales bajo la custodia de agentes de ERO Houston, quienes finalmente lo trasladaron a Honduras.
“Nuestros oficiales de inmigración trabajan en estrecha colaboración con sus contrapartes estatales y locales y están especialmente capacitados para rastrear a fugitivos extranjeros presentes ilegalmente, y repatriarlos a su país de origen para enfrentar la justicia por los delitos que presuntamente cometieron”, concluyó Baker.
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