Por primera vez en 21 años, Estados Unidos ha deportado a una mujer indocumentada detenida cuando acudió a una visita de rutina en una oficina de inmigración en Phoenix, Arizona.
El abogado de la mexicana Guadalupe García de Rayos informó que su clienta ha sido deportada.
Desde 2008, cuando fue detenida por usar un número falso de seguridad social durante una redada en un parque de agua donde trabajaba, García de Rayos acudía anualmente a las oficinas de inmigración como establece la ley, una vez allí los funcionarios le hacía preguntas, ella las respondía y era enviada de regreso a casa.
Rayos, de 36 años, madre de dos niños, vivía en Estados Unidos desde hace 21 años. El miércoles cuando acudió a la cita anual, fue arrestada y se inició de inmediato el proceso de su deportación a México.
Al conocerse la noticia, manifestantes se reunieron y bloquearon el paso de dos furgonetas de la oficina de inmigración en Phoenix. Los activistas dicen que fue un intento del gobierno de Donald Trump para deportar a inmigrantes que viven ilegalmente en el país y que antes no eran una prioridad de deportación para la administración de Barack Obama.
Una de las órdenes ejecutivas de inmigración del nuevo mandatario estadounidense parece ampliar las categorías de personas indocumentadas elegibles para deportación, incluyendo no solo a los acusados o convictos de delitos, sino también de quienes "han cometido actos que constituyen una ofensa criminal por la que se puede presentar acusación".
Los manifestantes del miércoles dijeron que García de Rayos estaba en una de las furgonetas que usa la policía de inmigración y aduanas (ICE por sus siglas en inglés) para trasladar a las personas en custodia a los centros de detención, o a la frontera de Arizona con México para deportarlos.
Una foto del diario Arizona Republic identifica a una mujer que se aparece en una de las ventanas del vehículo como García de Rayos. La policía informó en su cuenta de Twitter que arrestó a siete manifestantes, pero explicó que la protesta fue mayormente pacífica.
"Aparte de las pocas personas que cometieron actos ilegales, mucha de la gente que asistió actuó pacíficamente y ejerció sus derechos adecuadamente", dijo la policía. "Todos están bien hasta ahora. Esperamos que continúe la cooperación y que no haya más conducta ilegal", indica el mensaje de las autoridades.
El abogado de Rayos, Ray A. Ybarra Maldonado, dijo al New York Times al salir del edificio de inmigración, "estamos viviendo una nueva era ahora, una era de guerra contra los inmigrantes".