En el sureño estado de Louisiana, el agua del poderoso río Mississippi está inundando los canales que rodean el río y afectará miles de hectáreas a través de una inundación controlada.
El desborde se produce un día después de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército abriera la compuerta Morganza, con la esperanza de proteger a las ciudades más grandes, com Baton Rouge y Nueva Orléans de una desastroza inundación.
Sin embargo, los residentes de Nueva Orleáns y de Baton Rouge, la capital de Luisiana, continúan bajo tensión desde que el Mississippi se desbordó hace varios días y sus aguas comenzaron a fluir hacia el sur.
De todos modos, desviar el cauce del río significa que casas y zonas agrícolas a lo largo de los canales de desvío serán inundadas. Unas 25 mil personas y cerca de 11 mil viviendas y edificios podrían resultar afectados.
Algunas áreas en zonas más bajas que los canales de desvío podrían resultar cubiertos con más de 7 metros de agua.
Las autoridades dicen que la apertura de las compuertas en los próximos días será lenta y controlada para dar tiempo a los residentes de que salgan de la zona y a los animales silvestres de la región a que encuentren refugio en áreas más altas.
Por su parte, el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal advirtió a los residentes en la áreas de inundación, que deben abandonar el área de inmediato porque “el agua está llegando”.
En la ciudad de Memphis, en el estado de Tennessee, el presidente Barack Obama visitará a los damnificados por las inundaciones y podrá observar las tareas de recuperación que ya se iniciaron.