El consumo entre los estadounidenses aumentó 0,7 por ciento entre enero y febrero, el mayor avance visto en cuatro meses, según cifras difundidas en Washington por el Departamento de Comercio.
El pronóstico de los analistas había anticipado un crecimiento inferior del índice de gastos de los consumidores, un indicador considerado importante debido a que constituye el motor de una buena parte de la economía de EE.UU.
Sin embargo, según economistas, el alza de los gastos está siendo absorbida por la subida también de los precios de los alimentos y de la energía.
Debido al aumento de la cotización del petróleo, el alza de los precios se aceleró netamente en febrero en EE.UU, según el indicador de inflación de la Reserva Federal publicado al mismo tiempo que las cifras de consumo y de ingreso de los estadounidenses.
El temor a una inflación ha ido en aumento en las últimas semanas a causa de la subida en los costos del crudo y las materias primas como consecuencia de las revueltas en los países árabes.
El jefe de la Reserva Federal en Atlanta, Dennis Lockhart, dijo este lunes que la economía de EE.UU. va camino de una recuperación sostenida, pero aún es lo suficientemente débil como para requerir el apoyo de una política monetaria ultraexpansiva.
No obstante, indicó que por el momento no estaba preocupado sobre la amenaza de inflación, en parte porque el crecimiento de los salarios y un gran porcentaje de los costos empresariales han permanecido contenidos.
Se espera que un informe sobre el estado del mercado laboral previsto para el próximo viernes revele que la economía ha tenido una ganancia neta de 180 mil o más empleos. Pero economistas entrevistados por agencias noticias auguran que el desempleo se mantendrá en 8,9 por ciento.