La bolsa de Nueva York llegó a más de dos mil puntos a la baja el jueves. Un corto circuito que, como dice la presidenta de la bolsa, “busca la resistencia del mercado en momentos de estrés”.
Sin embargo, según Timothy Anderson de Inversiones TM, la medida pareció no surtir mayor efecto pues la razón de la incertidumbre no se desvanece.
“Tenemos una gran emergencia de crisis de salud que tiene muchas implicaciones económicas que aún no están totalmente definidas”, dijo Anderson y agregó que a la situación causada por la pandemia del coronavirus, se suma la conmoción en el precio del petróleo.
Un factor que amenaza la bolsa de empleo, pero que según Edward Moya, analista de Mercados de Oanda, no es la antesala a una crisis económica, pues la bolsa innegablemente está cayendo, pero desde un muy alto punto de partida que alcanzó en meses pasados.
"Se espera que la economía retroceda una vez que las preocupaciones del virus bajen, ya sea por el hallazgo de un tratamiento o una vacuna”, dijo Moya.
“El problema es debido a que no hay fe en el manejo de la administración al virus", agregó.
Moya destacó además que se espera que la volatilidad continúe pues presume que en el panorama no hay una medida lo suficientemente contundente que pueda reducir el elevado nerviosismo de los inversionistas.
Este jueves al cierre de operaciones, el promedio industrial Dow Jones había caído 2,005.08 puntos, o 8.51%, a 21,548.14, el S&P 500 perdió 216.55 puntos, o 7.90%, a 2,524.83 y el índice compuesto Nasdaq cayó 613.95 puntos, o 7.72%, a 7,338.10.