El Departamento de Estado de Estados Unidos rechazó este miércoles la violencia ocurrida en las calles de Ecuador desde que el presidente Lenín Moreno anunció el alza del precio de los combustibles, la semana pasada.
"Estados Unidos está monitoreando cuidadosamente los recientes acontecimientos en Ecuador", indica un despacho de un portavoz del departamento enviado a la Voz de América.
"Rechazamos la violencia como una forma de protesta política. El diálogo y el respeto al estado de derecho no solo son consistentes con los valores democráticos, sino que también son la mejor manera para que el pueblo ecuatoriano pueda disfrutar de una mayor prosperidad económica", revela el comunicado.
El pasado 3 de octubre el gobierno del presidente Lenín Moreno anunció una serie de medidas que ponen fin a los subsidios estatales al precio de los combustibles, con lo que encareció el transporte público y miles de ecuatorianos salieron a protestar en distintas ciudades.
Medios de ese país han reportado hechos de violencia, detenciones policiales y las posturas de diversas organizaciones indígenas y de la sociedad civil.
"Reconocemos las difíciles decisiones que ha tomado el gobierno del Ecuador para avanzar en la buena gobernanza y establecer las bases para un crecimiento económico sostenible", señala el comunicado oficial estadounidense.
"Continuaremos trabajando en asociación con el pueblo de Ecuador en apoyo de la democracia, la prosperidad y la seguridad", concluye el mensaje del Departamento de Estado.
Alta tensión en las calles
Luego de seis días de enfrentamientos entre indígenas, trabajadores y sectores de la sociedad civil con la policía, la situación en Ecuador continuaba tensa este miércoles ante las medidas económicas anunciadas por el presidente Lenín Moreno.
Los principales medios de prensa del país andino dan cuenta de las marchas de protestas hacia el centro de Quito, la capital.
Las revueltas se han sucedido en varias ciudades mientras se ha denunciado el arresto de 83 activistas que participaban en la Marcha indígena.
El diario El Comercio indica que la concentración principal fue convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), con el recorrido por varias calles del centro histórico de Quito desde horas de la mañana.
Grupos menos numerosos de estudiantes y trabajadores se enfrentaron a piedra con la policía, que respondió con gas lacrimógeno.
Los choques de momento no alcanzan a los indígenas, que a su paso reciben aplausos y bolsas de agua desde los balcones.
Yaku Pérez, prefecto de la provincia del Azuay, declaró al diario ecuatoriano que se mantendrán en la movilización hasta que se derogue el Decreto 883, que permitió el alza de los precios de los combustibles.
Otros dirigentes exigen que el gobierno de Moreno vuelva a revisar “su decisión de eliminar el subsidio a la gasolina”, en tanto Leonidas Iza, dirigente del Movimiento Campesino de Cotopaxi, señaló que “también deben salir del cargo los ministros (de Gobierno y de Defensa) María Paula Romo y Oswaldo Jarrín”, reporta El Comercio.
La Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) denunció la “detención irregular” de 83 personas del movimiento indígena durante las protestas del martes 8 de octubre, y aseguró que entre los arrestados “hay adolescentes, quienes supuestamente se encuentran en el cuartel policial del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía Nacional en Pomasqui (norte de Quito)”.
Cruz Roja suspende labores
En un comunicado leído en vivo ante las cámaras de la prensa, la Cruz Roja Ecuatoriana anunció este miércoles la suspensión de las atenciones prehospitalarias, aduciendo ataques y poca seguridad para su personal.
Tathiana Moreno, directiva del organismo, denunció: “desde que inició este evento hemos tenido agresiones en cinco sedes (…) además de agresiones a ambulancias” y explicó que el martes uno de sus vehículos fue apedreado en el parque metropolitano El Arbolito, en Quito.
“Y si no existe ese respeto hacia nuestro emblema, hacia nuestro trabajo, hacia nuestros voluntarios, no nos podemos exponer”, declaró la funcionaria.
“La Cruz Roja ha decidido, lamentablemente, suspender el servicio de atención hospitalaria en todo el país”, señala la organización.
Un informe de la revista Plan V, aseguró que la Cruz Roja Ecuatoriana había atendido a 148 heridos, y reprochó que “la ministra (de Gobierno) María Paula Romo informó solo sobre 19 heridos durante este martes”, pero acotó que la misma gobernación informó de 87 policías heridos y un total de 676 arrestos en una semana de incidentes.
El presidente Lenín Moreno sigue el minuto a minuto de la crisis desde Guayaquil, adonde trasladó la sede del gobierno el lunes ante el acoso de los indígenas que fueron llegando a Quito desde el interior. Las Fuerzas Armadas, movilizadas en el marco de un estado de excepción, se mantienen leales al gobierno.
El presidente abrió la puerta del diálogo con la mediación de la ONU y la Iglesia católica.
Sin embargo, los indígenas exigen como condición que el gobierno desista de eliminar los subsidios que condujeron al alza del precio del diésel y la gasolina hasta en 123%.
Moreno culpa de la agitación social a su antecesor y exaliado Rafael Correa.
Según el mandatario, Correa intenta derrocarlo en alianza con el gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
En el centro de una ofensiva diplomática y económica, Maduro se burló al señalar el martes que esa acusación es tan insólita como decir que puede derrocar gobiernos con tan solo mover su bigote.
En Bélgica, Correa dijo el miércoles que sería candidato si es necesario tras plantear el adelanto de elecciones ante la que describe como "grave conmoción social". El exmandatario vive en ese país de donde es su esposa.
(Con información de Departamento de Estado de EE.UU., diario El Comercio, revista Pan V y redes sociales)