El estado de Texas aplicó finalmente la pena de muerte al reo mexicano Ramiro Hernández Llanas, de 44 años pese al llamado “fallo Avena” de la Corte Internacional de Justicia, que ordenó en 2004 revisar varios casos de mexicanos condenados a muerte.
Según el “fallo Avena” a muchos mexicanos detenidos por las autoridades estadounidenses no se les informó que tenían el derecho de solicitar asistencia legal por parte de su consulado por lo que se ordenó la revisión de los casos implicados, ente ellos el de Hernández Llanas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que Hernández Llanas fue finalmente ejecutado después de que la justicia de Texas desechara el argumento de “discapacidad mental comprobada” del acusado y la Corte Suprema se negara a revisar su caso.
También se le aplicó la pena de muerte por inyección letal pese a la controversia suscitada por esta inyección debido a su procedencia y efectos.
“El gobierno de México expresa su más enérgica protesta por el
incumplimiento de dicho fallo por parte de Estados Unidos, conforme
al cual ese país se encontraba obligado a revisar y reconsiderar el
veredicto de culpabilidad y la sentencia capital impuesta al señor
Hernández Llanas", dice el comunicado de la SRE.
Hernández Llanas se le acusó en 2000 de asesinar al hombre que le dio trabajo y luego golpear y ultrajar a la esposa que testificó durante el juicio en contra de él.
De igual manera, la división mexicana de Amnistía Internacional
catalogó la aplicación de la pena capital "un cruel asesinato que se llevó a cabo en
un claro incumplimiento del derecho internacional" y transmitió sus
condolencias a la familia, abogados y amigos del reo.
Según el “fallo Avena” a muchos mexicanos detenidos por las autoridades estadounidenses no se les informó que tenían el derecho de solicitar asistencia legal por parte de su consulado por lo que se ordenó la revisión de los casos implicados, ente ellos el de Hernández Llanas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que Hernández Llanas fue finalmente ejecutado después de que la justicia de Texas desechara el argumento de “discapacidad mental comprobada” del acusado y la Corte Suprema se negara a revisar su caso.
También se le aplicó la pena de muerte por inyección letal pese a la controversia suscitada por esta inyección debido a su procedencia y efectos.
“El gobierno de México expresa su más enérgica protesta por el
incumplimiento de dicho fallo por parte de Estados Unidos, conforme
al cual ese país se encontraba obligado a revisar y reconsiderar el
veredicto de culpabilidad y la sentencia capital impuesta al señor
Hernández Llanas", dice el comunicado de la SRE.
Hernández Llanas se le acusó en 2000 de asesinar al hombre que le dio trabajo y luego golpear y ultrajar a la esposa que testificó durante el juicio en contra de él.
De igual manera, la división mexicana de Amnistía Internacional
catalogó la aplicación de la pena capital "un cruel asesinato que se llevó a cabo en
un claro incumplimiento del derecho internacional" y transmitió sus
condolencias a la familia, abogados y amigos del reo.