Las elecciones del 2 de noviembre próximo se vislumbran como las más costosas en la historia de los llamados comicios de medio término en Estados Unidos, cuando se renuevan todos los escaños de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado, gobernadores, y otros cargos públicos.
Según un estudio del Centro para una Política Responsable, un grupo sin filiación partidista, los gastos de candidatos, partidos políticos y grupos independientes inmersos en las campañas electorales podrían llegar a estar cerca de los 4 mil millones de dólares.
Los estimados sitúan los gastos en aproximadamente mil millones de dólares más que la cantidad récord invertida hasta ahora, que data de las elecciones de 2006.
El aumento respondería principalmente a dos factores: lo cerrada que promete ser la votación entre un gran número de contendientes, y un reciente fallo de la Corte Suprema que permite a las grandes empresas hacer contribuciones sin límites a las campañas electorales.
“Contribuyentes acaudalados pueden aportar grandes cantidades de dinero en las campañas sin necesidad de revelar quiénes son”, señaló Allan Lichtman, un experto en política de American University, en Washington D.C.
De acuerdo con el Centro para una Política Responsable, el gasto entre los partidos y candidatos demócratas y republicanos ha sido casi parejo, aunque estos últimos, que son minorìa en el Congreso, se han beneficiado más de las contribuciones de grupos externos.
Hasta ahora, cuando ya sólo faltan escasos díaas para los comicios, la campaña más cara ha sido la que libran en pos de la gobernación de California la republicana Meg Whitman y el ex gobernador demócrata Jerry Brown.
Whitman, ex ejecutiva principal del portal de subastas y ventas por internet eBay, impuso un récord para la historia de las elecciones no presidenciales después de tener ya invertidos más de 140 millones de dólares de su propio dinero en la campaña.
Según las más recientes encuestas, en los comicios de la semana próxima los republicanos ganarían suficientes escaños para hacerse de la mayorìa en la Cámara de Representantes, y lograrían además reducir la ventaja que le llevan los demócratas en el Senado.