El presidente Barack Obama continúa presionando a los votantes para que elijan a Hillary Clinton como su sucesora, argumentando que es la única manera de proteger los logros alcanzados durante su gobierno.
En los últimos días de la campaña electoral, Obama, continúa abocando por la nominada presidencial demócrata, recordando a los votantes que su presidencia está a punto de terminar y diciéndoles como espera que sus ocho años de mandato sean recordados.
"Ha sido una dura tarea y ha habido veces en que hemos tenido reveses", dijo Obama unas 4.500 personas reunidas en un gimnasio de Fayetteville, Carolina del Norte, el viernes. "Pero les digo por qué no me desalenté. No me desalenté por ustedes", señaló.
Como en días anteriores, en eventos de la campaña Clinton, el presidente ha recordado a la audiencia sus logros: 20 millones de estadounidenses que ahora tienen seguro médico, avances sin precedentes en el cambio climático, la muerte de Osama bin Laden, el aumento en las tasas de graduación estudiantil y la legalización del matrimonio homosexual, entre otros.
Obama se mostró particulamente contento con un aviso en una carretera que publicitaba el galón de gasolina a $1,99. Ese precio echa por tierra todas las predicciones de sus opositores en 2008 que pronosticaban que la gasolina subiría enormemente si él era elegido.
El líder estadounidense ha hecho del apoyo a la campaña de Clinton una prioridad, recorriendo en los últimos días Carolina del Norte, Florida y Pensilvania.