Una mujer hará historia la próxima semana en Estados Unidos, como la primera infante de marina que se une a esa fuerza mediante el proceso tradicional de entrenamiento de reclutas que anteriormente estaba vedado a las mujeres, dijeron funcionarios a la VOA.
La marine está terminando su entrenamiento en morteros y se graduará la próxima semana de la Escuela de Infantería de Marina en Camp Geiger, en el este de Carolina del Norte, indicó el capitán Joshua Pena, vocero del Comando de Entrenamiento y Educación de la Infantería de Marina.
"Más mujeres seguirán sus pasos a partir de este momento", agregó el capitán Phillip Kulczewski, de la división de comunicaciones de la Infantería de Marina
Oficiales informaron que la nueva recluta será asignada al Segundo Batallón del Cuarto Regimiento de Infantería de Marina en Camp Pendleton, cerca de San Diego, California.
Los Marines tienen ahora cuatro mujeres entre sus fuerzas. Tres de ellas se unieron en enero al Primer Batallón del Octavo Regimiento de Infantería de Marina en Camp Lejeune, Carolina del Norte, al solicitar una transferencia lateral.
Las tres son parte de 144 mujeres que se graduaron de la Escuela de Infantería en 2013-2014, cuando se permitió temporalmente el ingreso de mujeres para estudiar cómo la integración de géneros podía afectar el alistamiento para combate.
Cada una de las tres ingresó a la Infantería en la especialidad para la que fue entrenada cuando asistía a la escuela.
Los resultados del estudio de integración de géneros mostraron que las unidades formadas solo por soldados hombres eran más rápidas y más letales. Sin embargo, cuando se consideró el pensamiento crítico, las unidades de hombres y mujeres superaron a los grupos de varones solamente.
La oportunidad de unirse a la Infantería de Marina se abrió para las mujeres en 2016, después de que el exsecretario de Defensa Ash Carter, ordenó que todas las posiciones militares, incluidas las de combate, permitan el ingreso de mujeres.
Los Cuerpos de Marina habían solicitado que se exceptúe a la Infantería y a las de vehículos blindados, pero Carter negó el pedido indicando que los militares deben operar bajo normas de estándares comunes.
