El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció oficialmente este viernes que incluiría controversiales municiones de racimo en un nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania, una decisión tomada en consulta con legisladores y aliados.
El envío de armamento militar a Kiev será el número 42 realizado por la Administración Biden desde agosto de 2021, precisó el Departamento de Defensa en un comunicado.
Reportes de funcionarios ya habían adelantado la polémica decisión de proveer bombas de racimo, cuyo uso está prohibido por más de 120 países debido al alto riesgo de víctimas civiles. La ayuda ascendería a unos 800 millones de dólares, detalló el Departamento de Estado en un comunicado.
"Este paquete proporcionará a Ucrania sistemas de artillería y municiones adicionales, incluidas Municiones Convencionales Mejoradas de Doble propósito (DPICM, en inglés, municiones de racimo) altamente efectivas y confiables, sobre las que la Administración llevó a cabo extensas consultas con el Congreso y nuestros Aliados y socios", aclaró la cartera de Defensa.
Los poderosos explosivos, prohibidos bajo la Convención de Municiones de Racimo, de la que no forman parte EEUU, Ucrania ni Rusia; servirían para ayudar a Kiev en su contraofensiva contra las fuerzas rusas.
El listado publicado incluye rondas de artillería de 155 mm, entre las que se incluyen las DPICM y municiones para los sistemas Patriot y Himars, "vehículos blindados, armas antiblindaje y otros equipos para ayudar a Ucrania a proteger a su pueblo y contrarrestar la guerra de agresión en curso de Rusia".
Una “difícil decisión”
Más temprano, este mismo viernes, el asesor de Seguridad de la Casa Blanca Jake Sullivan defendió la decisión de enviar bombas de racimo a Ucrania que, según sostuvo, “necesita artillería para mantener sus operaciones ofensivas y defensivas”.
“Reconocemos el riesgo (…) es por eso por lo que aplazamos la decisión tanto como pudimos. Pero también existe un riesgo masivo de daño civil si las tropas y los tanques rusos pasan por encima de las posiciones ucranianas y toman más territorio ucraniano y subyugan a más civiles ucranianos”, insistió Sullivan ante la prensa.
Las municiones de racimo están diseñadas para abrirse antes de tocar tierra y dispersar submuniciones que amplían el área de daño, provocando la muerte o heridas graves a todo el que se encuentre en su radio de acción.
Además de su largo alcance, otro gran peligro de las submuniciones es que pueden no detonar de inmediato y quedar enterradas para explotar meses o años después, al igual que una mina terrestre. El Comité Internacional de la Cruz Roja calcula que un 40 % de las minibombas no explotan inmediatamente.
Al menos 15 países han utilizado municiones en racimo, entre ellos Arabia Saudita, Eritrea, Etiopía, Francia, Georgia, Israel, Marruecos, Países Bajos, Nigeria, Rusia (y la Unión Soviética), Sudán, Tayikistán, Reino Unido, EE. UU. y Yugoslavia.
Además, según la Coalición de Municiones de Racimo unos 76 países almacenan miles de millones de submuniciones. Se sabe que un total de 34 estados han producido más de 210 tipos diferentes de municiones en racimo.
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