El enviado de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, dijo el jueves a reporteros que espera que la Unión Europea imponga sanciones contra Caracas en los próximos meses, y aseguró que la administración Trump está examinando más medidas para presionar la renuncia del presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro.
Abrams indicó EE.UU. esperará ver que tipo de sanciones imponen los europeos, pero que los miembros de la Unión Europea están más inclinados a esperar los resultados de las negociaciones entre las partes venezolanas; que si no llegan a un acuerdo, aumentarían la presión, como indicó la jefa de política exterior del bloque Federica Mogherini.
El enviado especial expresó que Maduro se apoya cada vez más en la petrolera rusa Rosneft en busca de soporte financiero. A su vez afirmó que las compras y ventas de petróleo venezolano de parte de la petrolera rusa no han violado las sanciones estadounidenses por ahora.
Agregó que la mayoría de este petróleo se trataría de pago por los préstamos realizados al gobierno en disputa.
"Creemos que encuentran cada vez más y más difícil vender petróleo a precios del mercado y participar en transacciones financieras", indicó Abrams. Recalcó que "las sanciones estadounidenses tienen como objetivo el régimen, no el pueblo de Venezuela".
El enviado especial afirmó que las sanciones están pensadas "para presionar al régimen, y lo están haciendo" y agregó que se puede esperar que esta presión "aumente si no hay cambios en la conducta del régimen y no hay progreso hacia la democracia en Venezuela".
"No nos quedamos sin sanciones. Habrá más sanciones", recalcó Abrams. Sin embargo, expuso que "esto no se trata de castigo, esto no se trata de venganza. Y tratamos de dejarlo claro: muestro propósito es ayudar a los venezolanos a recuperar su democracia".
Además dijo que petróleo venezolano sigue llegando a China como pago mayormente de la deuda por 20.000 millones de dólares.
Estados Unidos calcula que la producción diaria de petróleo venezolano ha caído a 800.000 barriles diarios desde los 1,1 millones de barriles diarios que antes se producían, dijo Abrams.
Indicó que espera que la conversación sobre Venezuela continúe en septiembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas y adelantó que el Grupo de Lima está preparando una reunión en el marco de la Asamblea General.