Luego de la liberación de Paul Kevin Curtis, el supuesto responsable de enviar las cartas con un poderoso veneno a un senador, una jueza y al presidente Barack Obama, el FBI expresó que el caso está abierto y continúa en la búsqueda del verdadero culpable.
El martes el FBI cateó la casa de un segundo sospechoso identificado como Everett Dutschke, en Tupelo, Mississipi.
El hombre dijo a una agencia de noticias que era la segunda vez que irrumpían en su residencia y que se había convertido en una situación muy estresante.
Las autoridades no se llevaron detenido a Dutschke, solo revisaron el lugar en busca de evidencias.
Al igual que Curtis, el nuevo sospechoso en la mira del FBI mantiene que no tiene nada que ver con las cartas enviadas al senador Roger Wicker, ni a una jueza de Mississippi ni al presidente Barack Obama, ni mucho menos sabe cómo elaborar el poderoso polvo venenoso conocido como ricina.
Al parecer lo que mantuvo Curtis desde un comienzo, de que no tenía nada que ver con el envío de cartas envenenadas era cierto.
Las autoridades expresaron que no encontraron evidencia para culpar a Curtis. Los investigadores dijeron que no encontraron residuos de ricina por ningún lado en la casa de Curtis ni los materiales necesarios para producirlo.
Tampoco encontraron alguna conexión con el veneno en la información encontrada en su computadora.
Después de su liberación Curtis habló con los medios y expresó que ha sido una situación muy difícil para él y su familia a quienes agradeció por el apoyo recibido.
De igual manera dijo estar confiado de recuperar su vida normal y dedicarse a una de las cosas que más le gusta, la música. Curtis personifica al cantante Elvis Presley.
Curtis, de 45 años dijo amar su país y respetar al presidente Obama y que no sería capaz de cometer un acto en contra de ellos.
Además explicó que su involucramiento en el caso podría ser por una carta que envió hace años al senador Wicker, en donde denunciaba el hallazgo de un mercado negro de órganos cuando trabajaba en un hospital.
El martes el FBI cateó la casa de un segundo sospechoso identificado como Everett Dutschke, en Tupelo, Mississipi.
El hombre dijo a una agencia de noticias que era la segunda vez que irrumpían en su residencia y que se había convertido en una situación muy estresante.
Las autoridades no se llevaron detenido a Dutschke, solo revisaron el lugar en busca de evidencias.
Al igual que Curtis, el nuevo sospechoso en la mira del FBI mantiene que no tiene nada que ver con las cartas enviadas al senador Roger Wicker, ni a una jueza de Mississippi ni al presidente Barack Obama, ni mucho menos sabe cómo elaborar el poderoso polvo venenoso conocido como ricina.
Al parecer lo que mantuvo Curtis desde un comienzo, de que no tenía nada que ver con el envío de cartas envenenadas era cierto.
Las autoridades expresaron que no encontraron evidencia para culpar a Curtis. Los investigadores dijeron que no encontraron residuos de ricina por ningún lado en la casa de Curtis ni los materiales necesarios para producirlo.
Tampoco encontraron alguna conexión con el veneno en la información encontrada en su computadora.
Después de su liberación Curtis habló con los medios y expresó que ha sido una situación muy difícil para él y su familia a quienes agradeció por el apoyo recibido.
De igual manera dijo estar confiado de recuperar su vida normal y dedicarse a una de las cosas que más le gusta, la música. Curtis personifica al cantante Elvis Presley.
Curtis, de 45 años dijo amar su país y respetar al presidente Obama y que no sería capaz de cometer un acto en contra de ellos.
Además explicó que su involucramiento en el caso podría ser por una carta que envió hace años al senador Wicker, en donde denunciaba el hallazgo de un mercado negro de órganos cuando trabajaba en un hospital.