Los fiscales estadounidenses aseguraron el viernes que el expresidente de Perú, Alejandro Toledo, quien enfrenta acusaciones de corrupción en su país, no ha ofrecido una explicación contundente de por qué debería permanecer detenido en su casa y pidieron una vez más que regrese a una prisión para esperar allí la decisión del departamento de Estado sobre su extradición.
“La corte debería revocar su orden de liberación bajo fianza y debería devolverlo bajo la custodia del servicio de alguaciles de Estados Unidos hasta que el secretario de Estado decida sobre su entrega a Perú, y si es concedida, su transferencia a las autoridades peruanas”, expresó la fiscal Stephanie Hinds en un documento de cinco páginas presentado ante el tribunal federal del distrito norte de California. “El tribunal debería conceder el pedido del gobierno” estadounidense, aseguró.
La presentación tuvo lugar pocos días después de que Toledo respondiera un primer pedido de los fiscales para que vaya a prisión. El exmandatario alega que debería permanecer bajo arresto domiciliario debido a problemas de salud y al riesgo de contagio de COVID-19 en una cárcel.
La extradición de Toledo, de 76 años, fue certificada a finales de septiembre por un juez federal y no puede ser apelada. El Departamento de Estado tiene ahora la última palabra, pero mientras no se pronuncie el expresidente podría también presentar un pedido de habeas corpus alegando que ha sido detenido de manera ilegal, para dilatar el proceso.
Por ahora el secretario de Estado, Anthony Blinken, no se ha pronunciado. Tampoco la defensa de Toledo ha dicho públicamente si recurrirá a ese recurso, que le permitiría volver a presentarse ante un juez o una corte.
Toledo fue detenido en Estados Unidos en 2019 a raíz de un pedido de extradición por sobornos de la constructora brasileña Odebrecht en Perú. Posteriormente le concedieron arresto domiciliario.
De acuerdo con la fiscalía de Perú, el expresidente habría recibido hasta 35 millones de Odebrecht para favorecerla en diversas obras de infraestructura durante su mandato, entre 2001 y 2006.
En su presentación del viernes, los fiscales le reiteraron al juez Thomas Hixson que Toledo podría decidir tomar un avión y fugarse de Estados Unidos si continúa bajo arresto en su casa. Además explican que las preocupaciones de salud de Toledo no están contempladas como circunstancias especiales que le salvarían de la prisión.
“Si bien él identifica varios temas de salud que dice padecer, no ofrece pruebas de que ninguno de ellos sea tan grave como para no poder ser atendido en detención”, dicen los fiscales. “En consecuencia no justifican que esté bajo fianza”.
Si es extraditado, Toledo sería el segundo presidente de Perú en llegar desde otro país mediante un tratado bilateral de este tipo. Alberto Fujimori fue extraditado desde Chile en 2007 y una condena a prisión de 25 años por asesinato y corrupción.
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