Sesenta mil ciudadanos haitianos que buscaron refugio en Estados Unidos luego de que un devastador terremoto en 2010 devastara la nación caribeña, tendrán que regresar a su país antes de julio de 2019 cuando finalice su Estatus de Protección Temporal (TPS) que les permitió quedarse durante siete años.
El Departamento de Seguridad Nacional determinó el lunes que “las extraordinarias condiciones” que justificaron su presencia en Estados Unidos “ya no existen”, por lo que el beneficio se extenderá por última vez hasta julio de 2019 para dar a los haitianos tiempo para preparar su regreso a casa.
"Desde el sismo de 2010, el número de personas desplazadas en Haití ha disminuido 97%", afirmó el departamento en un comunicado. "Haití tiene la capacidad para recibir con seguridad niveles típicos de ciudadanos que sean regresados".
Defensores de los haitianos amparados por el programa y miembros del Congreso demócratas y republicanos habían solicitado a la administración Trump una extensión de 18 meses del TPS.
El gobierno del presidente haitiano Jovenel Moise también solicitó la extensión.
Los defensores argumentan que Haití no está en condiciones de manejar la afluencia de haitianos, siete años después del terremoto de 7,0 grados de magnitud que generó miles de millones de dólares en daños y dejó 300,000 muertos, 1,5 millones de heridos y un número igual de desplazados internos.
Haití también fue golpeado recientemente por el huracán Matthew, que creó daños por $2.800 millones de dólares el año pasado, sin contar los daños ocasionados por los huracanes Irma y María y la lucha del país contra la epidemia de cólera mortal.
El legislador por Florida, Mario Díaz Balart, dijo que forzar a los beneficiarios del TPS a irse de EE.UU. sería perjudicial.
En un comunicado que compartió en las redes sociales el legislador expresó su posición.
"De manera similar a mi desacuerdo con la decisión de terminar con el TPS para los ciudadanos nicaragüenses, me opongo firmemente y estoy en desacuerdo con la decisión de terminar con el TPS para los ciudadanos haitianos que viven en Estados Unidos", señaló Díaz Balart.
"Estas personas experimentaron graves pérdidas y sufrimientos como resultado del terremoto de 2010, y obligarlos a abandonar Estados Unidos sería perjudicial. Casi ocho años más tarde, Haití permanece en total desorden y todavía requiere mucha reconstrucción", añadió el legislador republicano.
Díaz Balart dijo que los haitianos amparados por el TPS son miembros respetados de sus comunidades que han hecho contribuciones significativas e instó a la administración Trump a reconsiderar su decisión no solo para los haitianos sino para los nicaragüenses.
La legisladora Ileana Ros-Lehtinen, republicana por Florida, reiteró el punto de que Haití no está listo para recibir a 60.000 personas. En dos mensajes de Twitter, Ros-Lehtinen dijo: "Viajé a #Haiti después del terremoto en 2010 y después del huracán Matthew en 2016. Así puedo atestiguar personalmente que #Haiti no está preparado para recuperar a casi 60,000 destinatarios de #TPS en estas difíciles y duras condiciones".
"Nicaragüenses, hondureños, ahora haitianos. Detenidos. Deportados. Han ayudado a nuestra comunidad a crecer en diversidad y carácter. Su pérdida sería una tragedia para Miami. Pasemos la ley para detener las divisiones familiares", señaló la legisladora que ha anunciado su retiro del Congreso en 2018.
La legisladora republicana dijo también que el anuncio sobre el retiro del TPS a los haitianos subraya la necesidad de aprobar una solución legislativa a los que han estado en Estados Unidos trabajando productivamente para mejorar sus vidas y respetando el gobierno de la ley.
La mayoría de los haitianos amparados por el TPS reside en Florida desde hace 13 años y todos los legisladores que representan al Sur de Florida favorecen extender la protección.
El periodista Christopher Woody, del sitio Business Insider, destaca que los haitianos al ser deportados tienen un total de 27.000 hijos que son estadounidenses, 80% de esos refugiados está empleado y 6.200 tienen hipotecas, y entre todos envían $ 2,4 millones al año en remesas a su país.
La decisión del DHS podría ser una señal de alerta para los más o menos 300.000 salvadoreños y hondureños que también gozan de TPS luego de terremotos y huracanes que ocurrieron años antes que el terremoto haitiano, y que por lo tanto, podría también terminarse cuando expire en los próximos meses bajo el mismo argumento.