El visitante de 70 años había asistido previamente a algunos servicios en la Iglesia Episcopal de St. Stephen antes de que la policía dijera que se presentó a una cena compartida, sacó una pistola y disparó fatalmente a tres de los participantes ancianos, uno de los cuales murió en los brazos de su esposa. mientras le susurraba palabras de amor al oído.
Los miembros de la iglesia se salvaron de más violencia el jueves por la noche cuando uno de ellos se abalanzó sobre el hombre armado, lo golpeó con una silla y lo retuvo hasta que llegó la policía, dijo un expastor. El sospechoso, Robert Findlay Smith, fue acusado de homicidio capital el viernes, anunció el fiscal de distrito del condado de Jefferson.
La violencia desconcertante en un suburbio rico de Birmingham sorprendió a una comunidad conocida por su estilo de vida centrado en la familia. También profundizó la inquietud en una nación que aún se recupera de la reciente masacre provocada por hombres armados que atacaron una escuela de Texas, una tienda de comestibles de Nueva York y otra iglesia en California.
"¿Por qué un tipo que ha existido por un tiempo de repente decide que iría a una cena y mataría a alguien?" dijo el reverendo Doug Carpenter, pastor de St. Stephen durante tres décadas antes de jubilarse en 2005. “No tiene sentido”.
Las tres víctimas del tiroteo eran miembros que asistían a una cena mensual en la iglesia, dijo Carpenter, quien todavía asiste a los servicios dominicales allí pero no estuvo presente el jueves por la noche. Una publicación de Facebook se refirió a la reunión como un "Boomers Potluck".
Carpenter dijo que la esposa de una víctima y otros testigos contaron lo que había sucedido. Dijeron que un hombre que se presentó solo como “Sr. Smith” se sentó en una mesa solo, como lo había hecho mientras visitaba una cena anterior en la iglesia.
“La gente trató de hablar con él y estaba un poco distante y muy solitario”, dijo Carpenter a The Associated Press por teléfono.
En la cena del jueves, el miembro de la iglesia Walter Bartlett Rainey invitó al visitante a unirse a su mesa, dijo Carpenter, pero el hombre se negó. Dijo que la esposa de Rainey notó que el visitante no estaba comiendo.
“Linda Rainey dijo que no tenía comida y se ofreció a prepararle un plato, y él lo rechazó”, dijo Carpenter.
Poco después, dijo Carpenter, el hombre sacó su arma y abrió fuego, disparándole a Walter Rainey y a otros dos miembros de la iglesia. Carpenter dijo que otro miembro, un hombre de unos 70 años, agarró una silla y cargó contra el atacante.
“Lo golpeó con una silla plegable, lo tiró al suelo, le quitó el arma y lo golpeó en la cabeza con su propia arma”, dijo Carpenter.
Los miembros de la iglesia retuvieron al sospechoso hasta que llegó la policía, dijo el capitán de policía Shane Ware. Una foto policial mostró a Smith con un ojo izquierdo ennegrecido y cortes en la nariz y la frente.
[Con información de The Associated Press]
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