Una controversia se ha desatado sobre el destino de dos barcos cruceros que navegan hacia la Florida, uno de los cuales ha reportado que tiene varios pasajeros infectados con el nuevo coronavirus y cuatro muertos a causa de la enfermedad.
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, se ha negado a que las naves atraquen en el puerto Everglades, en Fort Lauderdale, alegando que el sistema de salud estatal no está condiciones de hacerse cargo de los enfermos.
La Florida atraviesa actualmente sus propios problemas con la COVID-19 y hasta este miércoles registraba 6.741 casos con 85 muertes. Los condados de Miami-Dade y Broward, donde está Port Everglades, son los más afectados.
“Desembarcar a la gente justamente en el lugar donde tenemos el mayor número de casos no parece muy sensato”, dijo DeSantis.
El Zaandam y el Rotterdam estuvieron varados varios días frente a la costa del Pacífico de Panamá antes de recibir permiso para cruzar el canal. El Zaandam, que zarpó a principios de marzo para un crucero por Sudamérica, es el que tiene pasajeros y tripulantes enfermos.
Los pasajeros asintomáticos fueron trasladados a la nave hermana Rotterdam, que no ha reportado contagios a bordo. Actualmente el Zaandam tiene 1.050 personas a bordo y el Rotterdam 1.450.
El propio presidente Donald Trump pidió el martes a DeSantis que dejara atracar a los cruceros.
"Se están muriendo en ese barco”, dijo Trump. “Voy a hacer lo que es correcto (llamar a DeSantis), no solo por nosotros, sino por humanidad.
Por otra parte, la Guardia Costera de Estados Unidos ordenó el domingo a todos los cruceros que permanezcan en el mar, donde pueden estar aislados “por tiempo indeterminado” durante la pandemia de coronavirus.
En un blog en el sitio web de Holland America, una unidad de la línea de cruceros Carnival, el presidente de la compañía, Orlando Ashford, pidió compasión a las autoridades.
"Estamos enfrentando el síndrome de ‘este no es mi problema’. La comunidad internacional, consistentemente generosa y servicial ante el sufrimiento humano, se ha cerrado para el Zaandam”, se quejó Ashford.
En condiciones normales, cuando un pasajero o tripulante se enferma de gravedad en un crucero, se llama a la Guardia Costera para que lo evacuen a un hospital en tierra.
Bajo las nuevas normas de la Guardia Costera, los pasajeros enfermos pueden quedar aislados a bordo por tiempo indeterminado.
