La inflación en Estados Unidos se desaceleró el mes pasado, indicio de que los aumentos de las tasas de interés aplicados por la Reserva Federal están logrando su cometido de mitigar los repuntes en los precios al consumidor.
El reporte emitido el martes por el Departamento del Trabajo muestra que los precios disminuyeron o aumentaron más lentamente en una amplia gama de bienes y servicios, incluyendo gasolina, autos nuevos y usados, habitaciones de hotel y vivienda.
La inflación en general quedó sin variar de septiembre a octubre, una disminución respecto del aumento de 0,4 % el mes anterior. Comparado con ese mismo período hace 12 meses, los precios al consumidor subieron 3,2 % en octubre, una disminución respecto al 3,7 % de septiembre y el más leve incremento anualizado desde junio.
La inflación subyacente, que excluye renglones más volátiles como los alimentos y los combustibles, también bajó. Los precios en esa categoría aumentaron apenas 0,2 % de septiembre a octubre, un poco menos del porcentaje registrado los dos meses previos.
Los economistas suelen prestarle mucha atención a la inflación subyacente, pues tiende a ofrecer un vistazo a la tendencia futura de los precios. De año en año, los precios subyacentes aumentaron 4 % en octubre, una disminución con respecto al 4,1 % de septiembre y el aumento más leve en dos años.
“La fiebre inflacionaria terminó”, expresó Bill Adams, economista en Comerica Bank.
“El aumento de la producción petrolera está manteniendo bajos los precios de la gasolina, los precios de las viviendas están aumentando a un ritmo más moderado luego que las tasas hipotecarias se dispararon en 2023 y los alquileres también están aumentando a un ritmo más moderado” a medida que se construyen más edificios de apartamentos.