Un soldado estadounidense murió el jueves a causa de las heridas que sufrió por el estallido de una bomba en el norte de Irak, indicaron las fuerzas militares de su país en un comunicado.
Se trata del primer efectivo estadounidense que fallece en combate en Irak desde la gran ofensiva lanzada a principios de la semana para recuperar la ciudad de Mosul, la cual está en poder del grupo Estado Islámico.
Más de 100 soldados estadounidenses de operaciones especiales participan al lado de unidades militares iraquíes, y centenares más cumplen papel de apoyo en bases de avanzada.
Las fuerzas militares estadounidenses no precisaron en su comunicado si el efectivo participaba en la ofensiva ni si fue herido por un "artefacto explosivo improvisado" o una bomba de carretera.
La ofensiva sobre Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, constituye la participación militar más importante que las fuerzas estadounidenses han tenido en años en el país.
Ahora hay más efectivos de Estados Unidos en Irak que en cualquier momento desde que Washington se retiró en 2011. Su participación militar es cada vez más activa en las líneas del frente y detrás de éstas.
A principios de mes había 4.565 soldados estadounidenses en Irak, según el Pentágono. La cifra no incluye a otros 1.500 efectivos desplegados en el país "en labores temporales" cuyo número cambia a diario, según funcionarios norteamericanos.
Otros tres soldados estadounidenses han muerto en Irak desde que la coalición encabezada por Estados Unidos comenzó a lanzar ataques aéreos contra el grupo Estado Islámico en agosto de 2014.
