Tres de las víctimas de la masacre en una sinagoga de Pittsburgh tendrán sus funerales en las próximas horas, un día después de que el presidente Donald Trump se topó con cientos de manifestantes al presentarse para rendir un discreto homenaje a los difuntos.
Melvin Wax, Irving Younger y Joyce Fienberg serán enterrados. Estaban entre las 11 personas abatidas durante los oficios del sábado pasado en la sinagoga Árbol de la Vida. Robert Gregory Bowers, un conductor de camiones de 46 años que según las autoridades bramaba contra los judíos, enfrenta cargos federales de crimen agravado por el odio religioso que podrían valerle la pena de muerte.
Pittsburgh comenzó los entierros el martes, con el funeral de un querido médico familiar y dos hermanos cincuentones conocidos como los “chicos” Rosenthal. Miles de dolientes atestaron la sinagoga, un centro comunitario judío y un tercer sitio no revelado al iniciar una semana de oficios para las víctimas del ataque antisemita más mortífero de la historia estadounidense.
Trump arribó para encontrarse con una manifestación que portaba carteles con leyendas como “Tú tienes la culpa” y “Las palabras importan”, en alusión a que los intolerantes se sienten envalentonados por su retórica incendiaria. El gobernador de Pennsylvania y el alcalde de Pittsburgh se excusaron de acompañarlo.
