Sólo bastó unos minutos sin supervisión para que un niño de cinco años agarrara un rifle y disparara mortalmente a su hermana de dos años mientras jugaban al interior de su vivienda en Kentucky.
Según las autoridades, la tragedia ocurrió el martes en la zona rural de Cumberland, donde es muy común que los niños empiecen a manipular este tipo de armas desde muy temprana edad.
El forense del condado identificó a la niña como Caroline Starks y explicó que el incidente se produjo cuando la madre de los menores salió al patio de la casa mientras realizaba tareas de limpieza.
También se supo que el arma calibre 22 de la marca Crickett está diseñada específicamente para niños y había sido un regalo de cumpleaños para el menor.
Los medios de comunicación locales informaron que la familia está devastada y que los padres no sabían que el rifle con capacidad para una munición estaba sin seguro.
Las autoridades están a la espera de los resultados de la autopsia, pero se adelantaron a decir que esperan que se determine como una “muerte accidental”.
Este fatídico hecho trajo nuevamente a la mesa la polémica sobre el control en el uso y ventas de armas en Estados Unidos, un tema que ha quedado paralizado en el Congreso pese a la insistencia de la administración Obama.
El pasado mes de abril se produjeron dos hechos que involucraron niños que dispararon mortalmente por error a otras personas. En Tennessee un niño de cuatro años mató a una mujer de 48 y días después en Nueva Jersey el niño Brandon Holt murió de un balazo que le disparó su amigo de cuatro años.
Según las autoridades, la tragedia ocurrió el martes en la zona rural de Cumberland, donde es muy común que los niños empiecen a manipular este tipo de armas desde muy temprana edad.
El forense del condado identificó a la niña como Caroline Starks y explicó que el incidente se produjo cuando la madre de los menores salió al patio de la casa mientras realizaba tareas de limpieza.
También se supo que el arma calibre 22 de la marca Crickett está diseñada específicamente para niños y había sido un regalo de cumpleaños para el menor.
Los medios de comunicación locales informaron que la familia está devastada y que los padres no sabían que el rifle con capacidad para una munición estaba sin seguro.
Las autoridades están a la espera de los resultados de la autopsia, pero se adelantaron a decir que esperan que se determine como una “muerte accidental”.
Este fatídico hecho trajo nuevamente a la mesa la polémica sobre el control en el uso y ventas de armas en Estados Unidos, un tema que ha quedado paralizado en el Congreso pese a la insistencia de la administración Obama.
El pasado mes de abril se produjeron dos hechos que involucraron niños que dispararon mortalmente por error a otras personas. En Tennessee un niño de cuatro años mató a una mujer de 48 y días después en Nueva Jersey el niño Brandon Holt murió de un balazo que le disparó su amigo de cuatro años.