La actualización del acuerdo de seguridad entre los gobiernos de Estados Unidos y México, concluyó el viernes con los elogios del secretario de Estado, Antony Blinken, tras expresar que esta nueva estrategia supone un "nuevo capítulo" en la relación entre ambos países.
Delegaciones de ambas naciones se reunieron en la capital mexicana, en donde se llevó a cabo el Diálogo de Seguridad de Alto Nivel. Tras el encuentro, el secretario Blinken consideró en rueda de prensa que el acuerdo “marca un nuevo capítulo en la cooperación” bilateral.
El diálogo estuvo enfocado en las estrategias por detener el flujo ilegal de armas hacia México, así como por asegurar que ambos lados de la frontera estén fuera del alcance del crimen organizado.
A preguntas de los reporteros el canciller Marcelo Ebrard informó que no ocuparon lugar en la agenda de esta reunión las determinaciones sobre el Título 42 y el Programa Permanecer en México, dos políticas migratorias implantadas por la Administración Trump -pero aún vigentes- que dificultan el acceso a Estados Unidos por parte de los migrantes.
Estados Unidos enfrenta actualmente un enorme reto en temas de inmigración, con la afluencia de decenas de miles de personas a la frontera sur; tal y como puso de manifiesto la reciente llegada de unos 14.000 ciudadanos haitianos en busca de asilo que coparon las inmediaciones del puente internacional en Del Río, Texas, a mediados de septiembre pasado.
Al ser cuestionado sobre cómo el nuevo acuerdo toca el tema migratorio, Blinken aseguró que “la ley de inmigración de EE. UU. sigue siendo efectiva”.
La migración hacia Estados Unidos, insistió el secretario de Estado, “debe ser ordenada, humana y segura”.
Por su parte el canciller Ebrard anunció que un plan para combatir el tráfico ilegal será presentado el próximo 1 de septiembre.
‘Entendimiento Bicentenario’
En palabras del canciller Ebrard, con la nueva propuesta denominada 'Entendimiento Bicentenario', queda atrás la Iniciativa de Mérida, que data de junio de 2008 bajo la administración republicana de George Bush.
El nuevo marco de relaciones diplomáticasen tema de seguridad, según detalla una declaración conjunta, persigue una serie de objetivos comunes, a saber:
- Proteger a la gente invirtiendo en la salud pública en relación con los impactos del uso de drogas, apoyando comunidades seguras y reduciendo los homicidios y los delitos de alto impacto.
- Prevenir la delincuencia transfronteriza asegurando modos de viaje y comercio seguros, reduciendo el tráfico de armas, apuntando a las cadenas de suministro ilícitas y reduciendo la trata y el contrabando de personas.
- Perseguir las redes delictivas desorganizando a los financistas ilícitos y fortaleciendo los sectores de la seguridad y la justicia.
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