El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, nombró este jueves a la doctora Deborah Birx, al frente de la respuesta al coronavirus y la incluyó en la Fuerza de Trabajo creada en enero para la prevención y lucha contra la enfermedad.
Un comunicado de la Casa Blanca señala que Pence y el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, anunciaron además la incorporación de otras personas a la Fuerza de Trabajo del presidente Trump.
Los incluidos son: Steven Mnuchin, secretario del Tesoro; doctor Jerome Adams, director general de salud de Estados Unidos y Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional.
El grupo está compuesto por expertos que provienen de la Casa Blanca y varias agencias del gobierno, e “incluye algunos de los principales expertos de la nación en enfermedades infecciosas”, anunció la administración a finales de enero.
Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) declararon en su sitio web que "a partir del 24 de febrero, los equipos de los CDC están trabajando con el Departamento de Seguridad Nacional en 11 aeropuertos” y que todos los vuelos procedentes de China -en cuya ciudad, Wuhan, se originó el coronavirus- son remitidos hacia allí para la supervisión del autocontrol.
El secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (HHS por sus siglas en inglés), Alex Azar, dijo el jueves por la mañana que los CDC habían analizado 3.625 muestras para detectar el virus en rápido movimiento.
En la tarde del jueves, la administración Trump dijo que está considerando invocar poderes especiales, mediante la llamada Ley de Producción de Defensa para expandir rápidamente la fabricación nacional de máscaras protectoras y ropa para combatir el coronavirus en Estados Unidos, dijeron dos funcionarios estadounidenses a Reuters.
Dudas en las garantías
Para algunos inversores y analistas, las anunciadas garantías suenan huecas.
"Mucho de lo que hemos visto sobre este virus ha sacudido la confianza en los gobiernos", dijo a Reuters James Bianco, jefe de la firma de asesoría Bianco Research, con sede en Chicago.
Su lista incluye dudas sobre la precisión de China en el conteo de casos, críticas sobre el manejo de Japón de una cuarentena de cruceros en uno de sus puertos y el número relativamente pequeño de personas que las autoridades estadounidenses han examinado hasta ahora.
El miércoles por la noche, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo a los estadounidenses que el riesgo de coronavirus seguía siendo "muy bajo" y nombró al vicepresidente Mike Pence para dirigir la respuesta de Estados Unidos a la inminente crisis de salud global.
Bianco dijo que ha recomendado prudencia a sus clientes hasta que se conozca el alcance total del brote.
"Prefiero arriesgarme a perder una oportunidad al estar fuera del mercado subvalorarnos y descubrir que esto no es un gran problema", dijo Bianco.
Esta semana la polémica en torno al presupuesto de la Casa Blanca ante el coronavirus subió de tono, con las críticas de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nacy Pelosi.
La representante demócrata dijo que la asignación no se corresponde con la magnitud de la amenaza.
Trump respondió, en cuanto a que si las escuelas deben prepararse con un plan de que sí, que “toda la sociedad tendría que estar preparada, no creo que lleguemos a la situación más extrema ni siquiera nos acercaremos, pero hay que estar preparados”.