El presidente de Estados Unidos Barack Obama fue honrado el lunes por las tribus indígenas del país, como un hijo adoptivo y un líder que ha cumplido sus promesas.
Durante la octava Conferencia Anual de Naciones Tribales de la Casa Blanca, el presidente recibió un jubiloso recibimiento de los representantes de las 567 tribus reconocidas por el gobierno, y participó en una ceremonia tradicional nativa en su honor.
Los líderes le colocaron sobre los hombros una manta roja de lana, le dieron un regalo y lo coronaron con un sombrero de paja. Obama bromeando dijo que le gustaría que también le dieran una manta a la primera dama Michelle Obama porque si no ella le robará la suya.
En 2009, en la primera conferencia de naciones tribales Obama prometió ser un socio en el espíritu de una verdadera relación de nación a nación. El mandatario dice que está orgulloso de su récord.
“No hemos resuelto todos los problemas, no hemos corregido todo lo que está mal, pero juntos hemos hecho significativo progreso en casi todas las áreas”, señaló.
“Juntos hemos protegido permanentemente áreas sagradas para futuras generaciones. Hemos devuelto más de 428.000 acres de tierras tribales a sus dueños originales”, afirmó el mandatario.
Pese a todas las muestras de cariño, el presidente reconoció que hay un tema problemático y aún no resuelto que ha impulsado un resurgimiento de protestas de los indígenas estadounidenses, y es el propuesto oleoducto Dakota Access.
La línea petrolera cruzará cuatro estados, desde Dakota del Norte a Illinois. La tribu Standing Rock Sioux presentó una demanda para bloquear la construcción del oleoducto citando preocupación sobre una potencial contaminación de las fuentes de agua y la destrucción de sitios culturalmente sagrados.
Su líder Dave Archambault dijo a la VOA que sus preocupaciones son simples: “Proteger nuestra agua, proteger nuestros lugares ancestrales, proteger a nuestros hijos, incluso a los que aún no han nacido y defender nuestros derechos soberanos”.
Un juez federal en Washington negó el pedido de la tribu para detener temporalmente la construcción del oleoducto, pero el Departamento de Justicia, el Departamento del Interior y el Ejército estadounidense intervinieron a principios de mes con una declaración conjunta sin precedentes, para solicitar que la empresa constructora del oleoducto suspenda voluntariamente las construcciones cerca de un importante lago.
Obama dijo que muchos de los participantes de diferentes tribus de todo el país se han unido en apoyo a la tribu Standing Rock Sioux, y han dejado escuchar sus voces. Agregó que espera dejar un fuerte legado para que el próximo presidente de Estados Unidos consulte con los líderes tribales en todos los asuntos que afecten a los indígenas del país.