"El mundo es más seguro y es un lugar mejor tras la muerte de Osama bin Laden", dijo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, este mediodía del lunes 2 de mayo de 2011, en la Casa Blanca, al honrar postmortem a dos soldados veteranos caídos en la guerra de Corea, doce horas después de haber anunciado el abatimiento del líder de al-Qaeda.
"No hay nada que no podamos hacer", dijo el mandatario quien volvió a apelar a la unidad de la nación y afirmó que "este es un buen día para Estados Unidos".
Obama instó luego en la noche a los legisladores del Congreso, para que continúen el espíritu de unidad nacional que siguió a la muerte de Osama Bin Laden.
En una cena en la Casa Blanca con líderes del Congreso, el mandatario subrayó que la nación experimenta el mismo tipo de cohesión que siguió luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Algunos de sus oponentes republicanos incluso elogiaron al presidente por el operativo militar que concluyó con el cadáver de Bin Laden en el fondo del mar.
El domingo en la noche el presidente había informado oficialmente sobre la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, la cual fue confirmada a través de análisis genéticos de ADN, que revelaron un 99,9% de compatibilidad, informó la agencia The Associated Press.
Al hacer el anuncio en cadena nacional, Obama dijo a los estadounidense que el Ejército dio muerte al líder de al-Qaeda y autor intelectual del atentado del 11-S contra las torres gemelas, Osama bin Laden, en Abbottabad, en el norte de Pakistán.
"Esta noche, Estados Unidos ha lanzado un mensaje inequívoco: no importa cuánto tiempo haga falta, se hará justicia", declaró el presidente estadounidense en su breve declaración. “A mi llegada al poder, ordené al señor Panetta, director de la CIA, arrestar o matar a Osama bin Laden”, dijo Obama.
Una semana antes Obama había recibido informaciones sobre el resultado de las investigaciones de inteligencia, que confirmaban la ubicación exacta de Bin Laden en Abottabad, en el norte de Pakistán.
La semana pasada dio la orden de atacar y este domingo 1º de mayo de 2011, "un pequeño grupo" del Ejército estadounidense condujo la operación, en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista.
“Autoricé un operativo para capturar a Osama bin Laden. Un equipo ingresó a la zona en la que se encontraba, disparó contra Osama y tomaron su cadáver”, aseguró el mandatario.
De esta forma, Estados Unidos acaba con el terrorista más buscado del mundo.
El presidente Obama indicó que llamó al mandatario pakistaní, Asif Ali Zardari para notificarle de la muerte de bin-Laden. Obama dijo que las autoridades pakistaníes están de acuerdo en que el domingo fue un buen día e histórico para ambas naciones.
Además de los atentados del 9/11, bin Laden está acusado de al menos otros cuatro atentados terroristas: el ataque al World Trade Center en 1993, el asesinato de 16 soldados estadounidenses en Arabia Saudita en 1996, las bombas colocadas a las embajadas de Estados Unidos en Tanzania y Kenia en 1998 y el ataque al destructor estadounidense USS Cole en Yemen en octubre de 2000.
Sepultado en el mar
Tras ser abatido por las fuerzas de Estados Unidos con un disparo en la cabeza, en un operativo que duró 40 minutos, Osama bin Laden fue sepultado en el mar dado que habría sido difícil encontrar un país dispuesto a aceptar sus restos.
El presidente Obama dijo que los restos fueron manipulados de acuerdo con la costumbre islámica, que exige una sepultura rápida.
Embajadas en alerta
En tanto el departamento de Estado puso en alerta a las embajadas de Estados Unidos y advirtió a sus ciudadanos en el extranjero sobre posibles ataques por represalias de al-Qaeda y en una alerta mundial dijo que hay un "elevado potencial de violencia anti estadounidense dadas las recientes actividades contraterroristas en Pakistán".
También se allertó a los ciudadanos de Estados Unidos que viven en el extranjero, particularmente en áreas en que se ha registrado violencia anti estadounidense con anterioridad, deben evitar salir de sus hogares y reunirse en grupos numerosos.
Funcionarios de los servicios de inteligencia estadounidenses piensan que Al Qaeda enfrentará dificultades para recuperarse de la muerte de su cabecilla, porque su heredero, el egipcio Ayman al-Zawahiri, no tiene la mística de Bin Laden, y creen que el grupo podría dividirse y debilitarse.
Expertos en terrorismo consideran que la mayor amenaza terrorista para Estados Unidos en la actualidad está en el brazo de Al Qaeda en Yemen, aunque algunos recuerdan que Al Zawahiri no deja de ser un individuo peligroso puesto que fue él quien radicalizò a Bin Laden en la década de 1980.
Resultados de encuesta
EE.UU. tomó la decisión acertada de matar a Bin Laden, de acuerdo con un sondeo realizado online por la agencia Reuters, y según el cual el 79 por ciento de los encuestados estuvieron de acuerdo con la operación.
Sin embargo, solo el 25 por ciento dijeron sentirse más seguros ahora tras la muerte del cabecilla de la red terrorista, en comparación con 59 por ciento que dijeron que no.