Donald Trump podría tener graves problemas legales y políticos si no se deshace de su nuevo hotel en Washington.
Los legisladores demócratas dijeron que Trump violaría su contrato de arrendamiento para usar el edificio propiedad del gobierno que alberga el hotel, a menos que venda su participación antes de asumir la presidencia el 20 de enero.
Los representantes demócratas señalaron un informe el 8 de diciembre de un vicecomisionado de la agencia de gobierno que supervisa el arrendamiento.
La Administración de Servicios Generales dijo que no tomará una decisión sobre si existe una violación hasta que Trump esté en la Casa Blanca.
Una cláusula en el arrendamiento requiere que "ningún funcionario electo" sea admitido en el contrato.