Veintiocho senadoras demócratas de Estados Unidos, incluyendo 13 legisladoras, pidieron el miércoles la renuncia de su colega de partido, el senador Al Franken, ante las crecientes acusaciones de que durante años realizó avances sexuales no deseados contra varias mujeres.
La senadora Kirsten Gillibrand de Nueva York fue la primera en decir que Franken, de 66 años, debería renunciar. El recientemente combatido senador, era un excomediante de televisión muy popular antes de ganar dos veces las elecciones al Senado en el estado de Minnesota, en el medio oeste del país.
El llamado a la renuncia de Franken fue seguido rápidamente por la misma demanda de otras senadoras demócratas, incluyendo a Mazie Hirono de Hawaii, Maggie Hassan de New Hampshire, Kamala Harris de California, Claire McCaskill de Missouri, Tammy Baldwin de Wisconsin, Heidi Heitkamp de North Dakota, Patty Murray y Maria Cantwell de Washington, y Debbie Stabenow de Michigan.
"Como funcionarios electos, deberíamos estar sujetos a los más altos estándares, no a los más bajos", dijo Gillibrand. "Las alegaciones contra el senador Franken describen un comportamiento que no puede tolerarse. Aunque tiene derecho a una audiencia del Comité de Ética, creo que debe hacerse a un lado para dejar que otra persona preste servicios.
Harris dijo: "El acoso sexual y la mala conducta no deberían ser permitidos por nadie y no deberían ocurrir en ningún lado. Creo que lo mejor para el senador Franken es renunciar".
El senador Bob Casey de Pensilvania dijo: "Estoy de acuerdo con mis colegas que se adelantaron hoy y pidieron al senador Franken que renuncie. No podemos simplemente creer a las mujeres cuando es conveniente".
A él se unieron otros senadores masculinos, incluidos Sherrod Brown de Ohio, Joe Donnelly de Indiana y Ed Markey de Massachusetts.
Franken no tuvo una respuesta inmediata a sus colegas demócratas, pero dijo que haría un anuncio el jueves. A medida que las acusaciones de mala conducta sexual en su contra aumentaban en los últimos días, en varias ocasiones se disculpó, negó la acusación o dijo que no recordaba incidentes específicos.
Las acusaciones de mala conducta sexual contra Franken se iniciaron el mes pasado cuando Leeann Tweeden, presentadora de un programa de radio de Los Angeles y ex modelo, dijo que Franken, cuando ambos estaban en una gira 2006 para entretener a las tropas estadounidenses en el Medio Oriente, intentó besarla a la fuerza. Más tarde, ella dijo que cuando estaba durmiendo en un avión militar de regreso a los Estados Unidos, Franken le acercó las manos a los pechos y como evidencia mostró una foto de un Franken sonriente.
Eso fue dos años antes de que Franken fuera elegido senador por primera vez, pero desde entonces, varias mujeres han dicho que Franken las toqueteó cuando posaron para fotos con él en eventos públicos.
Los pedidos de renuncia se produjeron rápidamente después de que un ex asistente del Congreso demócrata le informara al sitio de noticias de Politico que en 2006 Franken intentó besarla por la fuerza después de grabar su programa de radio. La mujer dijo que se agachó para evitar los labios de Franken, pero él dijo: "Es mi derecho como animador".
En su declaración, el Senador Cantwell dijo: "Las acciones del Senador Franken son inquietantes, atroces y demuestran un patrón de mala conducta y abuso. Es hora de que el Senador Franken renuncie a su cargo".
Las demandas por la renuncia de Franken se produjeron un día después de que el miembro más veterano de la Cámara de Representantes, el congresista John Conyers, demócrata de Michigan de 88 años, renunció ante las acusaciones de mala conducta sexual en su contra. Los líderes de la Cámara, tanto demócratas como republicanos, habían pedido su renuncia después de que varias mujeres que trabajaban para Conyers lo acusaron de avances sexuales no deseados durante varios años.
Las denuncias de conducta sexual inapropiada han sacudido a Estados Unidos durante semanas, con docenas de hombres poderosos en el mundo de la política, los negocios, el entretenimiento y los medios perdiendo sus empleos después de que las mujeres presentaran detalles gráficos de cómo fueron abusados.