La administración del presidente Joe Biden espera que la próxima temporada de gripe sea muy activa, con índices similares a los vistos en 2019, y urgió a todos los estadounidenses a inmunizarse con los nuevos refuerzos de las vacunas contra el COVID-19, que esperan tener disponibles a mediados de septiembre.
“Prevemos que el otoño y el invierno sean muy similares al otoño e invierno de 2019, con mucha menos mitigación”, advirtió este martes el coordinador de COVID-19 de la Casa Blanca, el Dr. Ashish Jha, en un evento auspiciado por la Cámara de Comercio de EEUU y transmitido por la red C-SPAN.
Según el doctor, en tiempos normales de pre-pandemia, la gripe pone bajo presión al sistema de salud estadounidense. “Si a eso le unimos la incidencia del COVID, el sistema podría verse en serios problemas si no actuamos de manera muy proactiva para prevenirlo y solo nos quedamos de manos cruzadas esperando lo mejor”, enfatizó Jha.
Los especialistas sitúan el inicio de la temporada de influenza en los Estados Unidos en octubre, con picos entre diciembre y febrero. Medidas de mitigación contra el COVID-19 como el uso de mascarillas y el distanciamiento social han mantenido muy bajos los índices de transmisión de la gripe en el país.
Este panorama muy posiblemente cambiará con la relajación de las medidas restrictivas anunciadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que eliminó las cuarentenas y el distanciamiento social.
Como previsión, el coordinador de COVID-19 de la Casa Blanca insistió en la importancia de vacunarse con los nuevos refuerzos de las vacunas, especialmente diseñadas para combatir las subvariantes BA.4 and BA.5 de Ómicron.
“Esas vacunas van a llegar muy, muy pronto. Va a ser muy importante que las personas se vacunen este otoño e invierno. Estos refuerzos están diseñados para las variantes del virus que están ahí fuera. De acuerdo a lo que hemos visto hasta ahora, toda la información recopilada sugiere que las nuevas vacunas van a ser altamente efectivas”, afirmó el especialista.
La administración Biden está preparándose para dejar atrás la fase de crisis en la pandemia de COVID-19 y anunció que dejará de comprar vacunas, tratamientos y pruebas en los próximos meses. Esta transición significará que muy pronto doctores y hospitales serán los encargados de proveer estos servicios de manera propia y la responsabilidad no recaerá sobre el Gobierno.
“Mi esperanza es que en 2023 vamos a ver la comercialización de la mayoría de estos productos. Algunos de ellos en los próximos meses”, anticipó Jha, quien señaló que la comercialización de
fármacos y tratamientos es delicada pero que la administración Biden está trabajando para que el resultado sea exitoso.
“Estamos en mejor lugar que hace un año y seguiremos trabajando para mantener lo que hemos logrado”, dijo el especialista.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
