El huracán Florence se intensificó a categoría 3 el lunes y podría azotar directamente la costa este de Estados Unidos en los próximos días posiblemente como una poderosa tormenta de categoría 4, informaron meteorólogos.
Los primeros impactos de Florence ya se sentían en una isla de barrera, donde el nivel del mar llegó hasta una carretera costera.
En la isla Hatteras, en Carolina del Norte, ya comenzó una evacuación de los residentes. Funcionarios del condado de Dare anunciaron la orden, que comenzó a ejercerse al medio día del lunes.
Una orden de evacuación para otras áreas del condado de Dare y del condado de Brunswick, que forman parte de la zona de costera de Carolina del Norte, será puesta en marcha a partir del martes.
“Animo encarecidamente a las personas a salir del condado”, dijo el director del Servicio de Emergencia del Condado de Brunswick, Brian Watts según reportó The Weather Channel.
Florence se intensificó a tormenta de categoría 3 el lunes al alcanzar vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora (115 millas por hora). A las 11 a.m., el vórtice estaba a unos 935 kilómetros (580 millas) al sur-sureste de Bermudas y se dirigía hacia el oeste a 22 km/h (14 mph), informó el Centro Nacional de Huracanes.
Los meteorólogos dijeron que es muy pronto para saber la ruta exacta que Florence tendrá, pero advirtieron que podría tocar tierra en las Carolinas para el jueves, un tramo de la costa este estadounidense que expertos han identificado como especialmente vulnerable debido a los cambios climáticos.
Por otra parte, el huracán Isaac se ha convertido en el quinto huracán con nombre de la temporada del 2018 en el Atlántico, agregó el centro.
A las 11 de la mañana, Isaac estaba a unos 1.855 kilómetros (1.150 millas) al este de las Islas de Barlovento con vientos máximos sostenidos de 120 km/h (75 mph). La tormenta se dirigía al oeste a 22 km/h (13 mph). No representa una amenaza a tierra por el momento, dijo el centro.
Las autoridades no están dejando nada al azar y los gobernadores de las Carolinas y Virginia declararon de antemano estados de emergencia.
Se piensa que Florence pudiera demorar su avance o incluso permanecer en la costa o muy cerca, desplazando masivas cantidades de agua de mar.
Algunos modelos meteorológicos prevén hasta 60 centímetros (24 pulgadas) de lluvia en algunos sitios, causando devastadores inundaciones. Los meteorólogos advirtieron además del peligro de fuertes marejadas y vientos dañinos.
Barcos de la Marina en la costa de Virginia se aprestan a desviarse de la ruta del fuerte huracán, una universidad de Carolina del Norte canceló clases y muchas personas comenzaron a juntar maderas, agua y otros abastecimientos aun cuando Florence estaba lejos, al sureste de Bermudas.
Las banderas rojas ya han estado colocadas en playas, advirtiéndoles a las personas que no entren al agua. Los residentes de apresuraron a preparar sus suministros de emergencias, trazar rutas de escape, llenar sacos de arena y proteger sus viviendas.
En Charleston, en la costa de Carolina del Sur, las autoridades municipales les ofrecieron sacos de arena a los residentes. La alcaldesa de Myrtle Beach Brenda Bethune llamó a la gente de proteger sus viviendas, pero dijo que era aún demasiado pronto para saber si habría evacuaciones.
Las tiendas y ferreterías en Myrtle Beach estaban atareadas con ventas de agua embotellada, generadores y tablas de madera.
El huracán Florence se intensificó a categoría 3 el lunes y podría azotar directamente la costa este de Estados Unidos en los próximos días posiblemente como una poderosa tormenta de categoría 4, informaron meteorólogos.
Los primeros impactos de Florence ya se sentían en una isla de barrera, donde el nivel del mar llegó hasta una carretera costera.
Florence se intensificó a tormenta de categoría 3 el lunes al alcanzar vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora (115 millas por hora). A las 11 a.m., el vórtice estaba a unos 935 kilómetros (580 millas) al sur-sureste de Bermudas y se dirigía hacia el oeste a 22 km/h (14 mph), informó el Centro Nacional de Huracanes.
Los meteorólogos dijeron que es muy pronto para saber la ruta exacta que Florence tendrá, pero advirtieron que podría tocar tierra en las Carolinas para el jueves, un tramo de la costa este estadounidense que expertos han identificado como especialmente vulnerable debido a los cambios climáticos.
Por otra parte, el huracán Isaac se ha convertido en el quinto huracán con nombre de la temporada del 2018 en el Atlántico, agregó el centro.
A las 11 de la mañana, Isaac estaba a unos 1.855 kilómetros (1.150 millas) al este de las Islas de Barlovento con vientos máximos sostenidos de 120 km/h (75 mph). La tormenta se dirigía al oeste a 22 km/h (13 mph). No representa una amenaza a tierra por el momento, dijo el centro.
Las autoridades no están dejando nada al azar y los gobernadores de las Carolinas y Virginia declararon de antemano estados de emergencia.
Se piensa que Florence pudiera demorar su avance o incluso permanecer en la costa o muy cerca, desplazando masivas cantidades de agua de mar. Algunos modelos meteorológicos prevén hasta 60 centímetros (24 pulgadas) de lluvia en algunos sitios, causando devastadores inundaciones.
Los meteorólogos advirtieron además del peligro de fuertes marejadas y vientos dañinos.
Barcos de la Marina en la costa de Virginia se aprestan a desviarse de la ruta del fuerte huracán, una universidad de Carolina del Norte canceló clases y muchas personas comenzaron a juntar maderas, agua y otros abastecimientos aun cuando Florence estaba lejos, al sureste de Bermudas.
Las banderas rojas ya han estado colocadas en playas, advirtiéndoles a las personas que no entren al agua. Los residentes de apresuraron a preparar sus suministros de emergencias, trazar rutas de escape, llenar sacos de arena y proteger sus viviendas.
En Charleston, en la costa de Carolina del Sur, las autoridades municipales les ofrecieron sacos de arena a los residentes. La alcaldesa de Myrtle Beach Brenda Bethune llamó a la gente de proteger sus viviendas, pero dijo que era aún demasiado pronto para saber si habría evacuaciones.
Las tiendas y ferreterías en Myrtle Beach estaban atareadas con ventas de agua embotellada, generadores y tablas de madera. En Carolina del Norte, las autoridades estaban alistando buldócer y sierras.