El presidente Barack Obama dijo que un nuevo esfuerzo de su gobierno para proteger las tierras públicas ayudará a crear empleos para los estadounidenses en los sectores del turismo y la recreación.
La iniciativa, que incorpora muchos programas ya existentes para promover las actividades al aire libre, prevé duplicar los fondos que el gobierno destina a la conservación de tierras y aguas hasta una suma de 900 millones de dólares.
El dinero sería utilizado para comprar terrenos privados y destinarlos al uso público, así como para proporcionar subsidios a los estados con vista a un mayor aprovechamiento de parques, vías acuáticas y mejor acceso a esas áreas.
Según el presidente, el programa incorporará políticas federales y locales en cuanto al disfrute de los recursos naturales y constituye un paso hacia una estrategia más inteligente y comunitaria en materia medioambiental.
Obama dijo que en estos tiempos en los que la gente está más complicada, atareada, pegada a sus computadoras y teléfonos, horas y horas, “los espacios abiertos son más valiosos que nunca (…) y es más importante que nunca que los protejamos para la próxima generación”.
También se ufanó de que en sus primeros meses en la Casa Blanca promulgó una ley que designó como tierra públicas dos millones de acres (unas 810 mil hectáreas) de zonas silvestres, más de mil millas de ríos y tres parques nacionales.
Además de ayudar a conservar tierras, el plan de Obama también pretende incrementar la preocupación de los estadounidenses por las actividades al aire libre, la importancia de la naturaleza, especialmente entre los niños, y ayudar a vivir de manera más saludable.
Recientes estudios muestran que las actividades al aire libre pueden contribuir a revertir la epidemia de obesidad que se ha triplicado entre los menores y adolescentes en EE.UU.
