Faltando solo dos semanas para que los congresistas regresen a sus oficinas en Washington, todavía no se llega a un consenso sobre la manera en cómo se va abordar el tema en la Cámara de Representantes.
La historia es diferente con el representante Frank Wolf, de Virginia.
El lunes por la tarde, el congresista republicano dijo a un grupo de sus constituyentes que apoya la idea de dar ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
En la reunión, Wolf escuchó las historias y las angustias de familias de inmigrantes que esperan la aprobación de una reforma integral.
Una de ellas fue la de Flor Miranda, una maestra de El Salvador, quien expresó su deseo de convertirse en ciudadana. “Tengo fe que el representante Wolf y otros apoyarán a familias como la mía, que venimos a trabajar. Todo lo que necesitamos es una oportunidad de convertirnos en ciudadanos para poder vivir tranquilos”, le dijo.
De acuerdo a la organización pro-inmigrante Virginia New Majority, más de 500 residentes de Virginia han dejado mensajes de apoyo a la reforma migratoria al congresista Wolf.
“Haber tenido la oportunidad de sentarse y discutir el tema con el representante Wolf ha sido un gran avance. El congresista claramente se vio impresionado por las historias”, aseguró Rishi Awatrami, director de New Majority.
El viernes el Comité Nacional Republicano aprobó una resolución en la que respaldan una ley de reforma inmigratoria, pero sin camino a la ciudadanía, es decir solo ofrecería permisos de trabajo renovables para los millones de indocumentados.
Y este lunes, el presidente de la comisión judicial de la Cámara de Representantes, Bob Goodlatte, rechazó categóricamente la posibilidad de aprobar alguna ley que contemple lo que él llama “una vía especial” para alcanzar la ciudadanía.
De esta manera los republicanos de la Cámara de Representantes se distancian cada vez más de la propuesta bipartidista aprobada en junio en el Senado, que sí establece un camino a la ciudadanía luego de cumplir con ciertos requisitos.
Goodlatte reiteró durante un cabildo con sus constituyentes en el ayuntamiento del valle de Shenandoah, que la Cámara seguirá con el proceso en materia de inmigración, así no se alcance a materializar en una pieza legislativa que llegue al escritorio del presidente Barack Obama.
Además expresó que continuarán con su tendencia de atender proyectos de ley por separado enfocados, primero, en materia de seguridad fronteriza, actuación policial y verificación de empleo, sin que se vea —al menos en él— ningún efecto de la presión que están ejerciendo las organizaciones comunitarias y pro-inmigrantes sobre los congresistas republicanos.
Asimismo al referirse a sus colegas que apoyan el camino a la ciudadanía considera que lo único que están haciendo es “obstaculizar” el proceso.
'Mira, entendemos lo que quieres, pero pensamos que un estatus legal en Estados Unidos — pero no un camino especial a la ciudadanía—, podría ser apropiado'" una vez que se consigan una serie de pasos, incluida la seguridad fronteriza, dijo Goodlatte.
El otro lado de la moneda
El otro lado de la monedaLa historia es diferente con el representante Frank Wolf, de Virginia.
El lunes por la tarde, el congresista republicano dijo a un grupo de sus constituyentes que apoya la idea de dar ciudadanía a 11 millones de inmigrantes indocumentados.
En la reunión, Wolf escuchó las historias y las angustias de familias de inmigrantes que esperan la aprobación de una reforma integral.
Una de ellas fue la de Flor Miranda, una maestra de El Salvador, quien expresó su deseo de convertirse en ciudadana. “Tengo fe que el representante Wolf y otros apoyarán a familias como la mía, que venimos a trabajar. Todo lo que necesitamos es una oportunidad de convertirnos en ciudadanos para poder vivir tranquilos”, le dijo.
De acuerdo a la organización pro-inmigrante Virginia New Majority, más de 500 residentes de Virginia han dejado mensajes de apoyo a la reforma migratoria al congresista Wolf.
“Haber tenido la oportunidad de sentarse y discutir el tema con el representante Wolf ha sido un gran avance. El congresista claramente se vio impresionado por las historias”, aseguró Rishi Awatrami, director de New Majority.
El viernes el Comité Nacional Republicano aprobó una resolución en la que respaldan una ley de reforma inmigratoria, pero sin camino a la ciudadanía, es decir solo ofrecería permisos de trabajo renovables para los millones de indocumentados.
Y este lunes, el presidente de la comisión judicial de la Cámara de Representantes, Bob Goodlatte, rechazó categóricamente la posibilidad de aprobar alguna ley que contemple lo que él llama “una vía especial” para alcanzar la ciudadanía.
De esta manera los republicanos de la Cámara de Representantes se distancian cada vez más de la propuesta bipartidista aprobada en junio en el Senado, que sí establece un camino a la ciudadanía luego de cumplir con ciertos requisitos.
Goodlatte reiteró durante un cabildo con sus constituyentes en el ayuntamiento del valle de Shenandoah, que la Cámara seguirá con el proceso en materia de inmigración, así no se alcance a materializar en una pieza legislativa que llegue al escritorio del presidente Barack Obama.
Además expresó que continuarán con su tendencia de atender proyectos de ley por separado enfocados, primero, en materia de seguridad fronteriza, actuación policial y verificación de empleo, sin que se vea —al menos en él— ningún efecto de la presión que están ejerciendo las organizaciones comunitarias y pro-inmigrantes sobre los congresistas republicanos.
Asimismo al referirse a sus colegas que apoyan el camino a la ciudadanía considera que lo único que están haciendo es “obstaculizar” el proceso.
'Mira, entendemos lo que quieres, pero pensamos que un estatus legal en Estados Unidos — pero no un camino especial a la ciudadanía—, podría ser apropiado'" una vez que se consigan una serie de pasos, incluida la seguridad fronteriza, dijo Goodlatte.