Gotion, la subsidiaria estadounidense de un fabricante chino de baterías para vehículos eléctricos, planeó construir una fábrica en Michigan, un estado que ha recibido inversiones chinas durante décadas.
Pero eso fue antes de que escalaran las tensiones entre Washington y Beijing, y ahora los opositores locales del proyecto dicen que su lucha para detener la empresa no ha terminado a pesar de la aprobación de las autoridades locales y estatales.
Están en juego 2.350 empleos generados por una inversión de 2.340 millones de dólares que muchos ven como una forma de asegurar el futuro económico de Green Charter Township, un enclave rural a poco más de tres horas en auto al sureste de Detroit, el centro de la industria automotriz de EEUU.
Alimentando las pasiones locales están las objeciones a que una empresa estadounidense con afiliaciones chinas se establezca a unos 160 kilómetros de una base de la Guardia Nacional, una desconfianza que refleja el estado actual de las relaciones entre EEUU y China y las sospechas de que el Partido Comunista Chino tendrá una oficina en la planta, un rumor que un alto ejecutivo de Gotion negó en una reunión en abril.
“¿Ha penetrado el Partido Comunista en esta empresa? No”, dijo Chuck Thelen, vicepresidente de operaciones en América del Norte de Gotion, según un informe sobre la reunión de MLive, un medio de comunicación local. “No existe tal complot comunista dentro de Gotion”.
Thelen también intentó aliviar las preocupaciones ambientales sobre los 715.000 galones de agua por día que la planta usará para producir cátodos y ánodos para baterías EV.
“El agua que usamos ni siquiera entra en contacto con los materiales que procesamos. Si mojas estos materiales, los destruyes”, dijo Thelen, según el informe de prensa. “Entonces, no, no estaremos bombeando materiales, minerales o productos químicos al agua”.
Estas preocupaciones y otras parecen estar eclipsando la relación de tres décadas entre Michigan y China basada en automóviles. Se estima que han fluido entre ellos 460.000 millones de dólares durante esos 30 años, según el monitor de inversiones de China Rhodium Group, que recopila datos de cada estado de EEUU.
Entre 1990 y 2020, China invirtió alrededor de 175.000 millones de dólares en Michigan.
Cuando el servicio en mandarín de la Voz de América le pidió un comentario, Gotion, que tiene su sede en Estados Unidos en Silicon Valley, se negó.
Lori Brock es una de las residentes que lucha contra Gotion por preocupaciones ambientales.
Recientemente, ella y los demás bloquearon la compra por parte de la compañía de tierras agrícolas adyacentes a sus propiedades de 270 acres previamente adquiridas. Dijo a "Fox & Friends First" el lunes: “Seguiremos luchando contra ellos en cada paso del camino. No los queremos aquí”.
En abril, Michigan otorgó al proyecto un paquete de incentivos de 715 millones de dólares, que incluye una exención fiscal de 30 años valorada en 540 millones y dos subvenciones por un total de 175 millones, según MLive.
Las exenciones fiscales de Gotion surgen de colocarse en la denominada Zona Renacentista, un área designada por el estado que está "prácticamente libre de impuestos para cualquier empresa o residente que se encuentre actualmente en la zona o se mude a ella".
Todo esto fue para apoyar un proyecto anunciado como generador de empleos con salarios promedio que según los residentes locales que sería de 24,50 dólares por hora. AP informó en abril que Gotion planeaba pagar 29,42 dólares por hora.
En junio, el Comité de Inversión Extranjera en EEUU del Departamento del Tesoro, que revisa las inversiones extranjeras en busca de riesgos para la seguridad nacional, concluyó que la compra de terrenos por parte de Gotion para una planta de baterías para vehículos eléctricos no era un problema de seguridad.
El 1 de agosto, Gotion, la subsidiaria estadounidense de la empresa china de baterías Gotion High Tech Co. Ltd., recibió la autorización de Green Charter Township para instalar una planta.
Los líderes de Green Charter Township, que es una entidad autónoma de 3.000 personas dentro de la ciudad de Big Rapids, en Michigan, esperan que la inversión de Gotion impulse el desarrollo económico. El ingreso familiar promedio para el municipio es de 53.882 dólares anuales, según los datos del Censo de 2020, que es más bajo que el ingreso promedio de Michigan de 64.392 dólares y el promedio nacional de 76.521.
Jim Chapman es el supervisor del municipio, una oficina más o menos equivalente a la de alcalde. Es optimista sobre los beneficios locales con la inversión de Gotion, pero entiende que el cambio, como poner una fábrica entre los campos, “es difícil para mucha gente”.
Chapman, un residente de quinta generación de Green Charter Township, dijo al servicio en mandarín de la VOA en una entrevista filmada que la llegada de Gotion será "una oportunidad para múltiples generaciones".
“Espero que mis nietos tengan la oportunidad de quedarse aquí, de pasar más tiempo con sus hijos, de cenar con su familia”, dijo Chapman.
Y agregó: “La inversión tendrá un efecto multiplicador. Es bueno para los negocios locales. Contratarán a más personas. La Universidad Estatal de Ferris verá más estudiantes”.
El sitio de Gotion se encuentra junto a un aeropuerto en Big Rapids y a unos 160 kilómetros al sur de Camp Grayling. Según un informe del Wall Street Journal que cita fuentes anónimas, la base de la Guardia Nacional de EEUU se utiliza para entrenar al personal militar de Taiwán, un punto focal de las tensiones entre Beijing y Washington.
Después de incidentes como el globo espía chino que se desplazó por el territorio de EEUU durante una semana antes de ser derribado el 5 de febrero, algunos residentes dijeron al servicio mandarín de la VOA que desconfiaban de las intenciones de China debido a la base militar cercana y la amenaza del Partido Comunista a la seguridad nacional de EEUU en general.
Corri Riebow es propietaria de una pequeña empresa y vive en Green Charter Township. Antes de una reunión vespertina del 9 de agosto, dijo a la VOA: “Estoy preocupada por los lazos chinos, no por el pueblo chino, sino por el gobierno chino, por las cosas que investigué sobre ellos”.
La reunión fue un foro de candidatos al que asistieron cinco personas interesadas en postularse para un cargo en el municipio y todos se oponen a la planta de Gotion.
Riebow también tuvo otra objeción: “Incluso si fuera una empresa estadounidense, no quiero vivir a tres millas de una fábrica”.
La granja de 150 acres de Brock en Green Charter Township está a menos de unos 1,6 kilómetros del sitio aprobado de Gotion. Su mayor preocupación es el posible impacto ambiental de la planta.
"Permítales instalar una planta en un área industrial pesada como Detroit", dijo. "Esta es la América rural, todo es tierra de cultivo".
Chapman dijo que la inversión de Gotion es “dinero gastado aquí. Y si lo rechazamos, pasarán otros 20 años antes de que veamos a alguien que quiera siquiera pensar en venir a nuestra comunidad. ¿Por qué lo harían? ¿Por qué gastarían todo ese dinero, todo ese esfuerzo, todo ese tiempo para venir aquí, cuando las últimas personas que pasaron fueron rechazadas? No lo harán. Se marcharán”.
Chapman dijo que el estado llevará a cabo una revisión de seguridad ambiental de Gotion en agosto y septiembre. Si se aprueba, Gotion podría comenzar la construcción de la planta el próximo año e iniciar la producción en dos años.
El problema, cree, es que “ellos (los manifestantes) no conocen el procedimiento para hacer las cosas. Primero hay que aprobar el plan y luego iniciar la investigación ambiental”.
Chapman dijo que aunque los antecedentes chinos de Gotion hacen que los residentes se muestren escépticos, la empresa “está registrada en EEUU. No está dirigida por el Partido Comunista Chino. … No vi nada sobre la conexión de Gotion con el PCCh que me preocupe”.
“Yo tampoco estoy contento con el PCCh. Lo que hacen me da miedo”, dijo. “Pero, ¿deberíamos transferir lo que sentimos sobre el PCCh al proyecto Gotion? No me parece."
[Reportaje de Calla Yu, del servicio en mandarín de la VOA]
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