El número de empleados de seguridad aeroportuaria que no se presentan a trabajar ha registrado un incremento en la cuarta semana del cierre parcial del gobierno estadounidense.
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) reportó una tasa nacional de ausentismo de 7,6% el lunes, comparado con 3,2% el mismo día un año antes.
El lunes fue el primer día laboral después que los empleados de seguridad no recibieron su pago por primera vez desde que comenzó el cierre.
El portal del aeropuerto Hartsfield-Jackson en Atlanta reportó largas filas el lunes por la mañana, mostrando esperas de más de una hora en los tres puntos de control en la terminal nacional.
"Es un caos", dijo el pasajero Vincent Smith mientras esperaba en una fila que serpenteaba por el atrio del aeropuerto y las áreas de equipajes. "Esta fila, he estado aquí unos 15 minutos y se ha movido dos pies".
La TSA estaba trabajando con el aeropuerto de Atlanta y las aerolíneas "para maximizar todos los recursos operacionales disponibles en el aeropuerto", dijo el portavoz Jim Gregory.
Gregory declinó proveer cifras de ausencias para Atlanta y otros aeropuertos, diciendo que ello pondría en peligro la seguridad al exponer vulnerabilidades.
"Los inspectores no van a hacer nada para comprometer ni cambiar los procedimientos de seguridad", dijo.
Pero Smith admitió que podía entender a los empleados del gobierno que no acudieron el trabajo para poder encontrar otras formas de ganar dinero.
"Si yo fuese un trabajador del gobierno, sí, probablemente no vendría y trataría de hacer otra cosa porque a los acreedores no les importa si estás de licencia o no", dijo Smith. "Ellos quieren que les pagues y con una familia de seis, tienes que hacer lo que tienes que hacer".
En tanto, la TSA dijo que reasignaría a agentes en todo el país para cubrir desabastos locales. Unos cuantos aeropuertos realizan cambios para lidiar con la falta de inspectores.
En el aeropuerto intercontinental George Bush de Houston, un punto de revisión y un mostrador de boletos que fueron cerrados la tarde del domingo en la terminal B permanecerán cerrados hasta el martes, señaló un portavoz.
La terminal maneja vuelos de United Express. Los pasajeros deben pasar por puntos de revisión en otras terminales y posteriormente caminar o tomar un tren para abordar aviones en la terminal B. Un portavoz de United Airlines dijo que los vuelos no resultaron afectados.
El aeropuerto internacional de Miami cerró uno de sus vestíbulos durante partes del sábado y domingo, cambiando alrededor de una docena de vuelos vespertinos y nocturnos a otras terminales para que los trabajadores de la TSA pudieran trabajar de manera adecuada en otros puntos de revisión. El portavoz del aeropuerto Greg Chin dijo que la TSA tenía personal en el punto de revisión de la terminal G el lunes, pero las autoridades del aeropuerto monitoreaban la situación y harían más ajustes de ser necesarios.