El secretario del Trabajo de Estados Unidos, Alexander Acosta, solicitó a las agencias y departamentos del gobierno eliminar las regulaciones que pudieran impedir los programas de capacitación y aprendizaje y recomendar nuevas acciones ejecutivas para promover esos programas.
En la primera reunión del gabinete en pleno del presidente Donald Trump en la Casa Blanca, el secretario Acosta presentó el memorando enviado a las agencias.
El mandatario trata esta semana de destacar los esfuerzos de su gobierno para lograr que más estadounidenses se unan a la economía comenzando a trabajar como aprendices, y distraer la atención de la investigación federal y las dos del Congreso sobre la posible coordinación entre su campaña presidencial y Rusia.
"Hay millones de trabajos buenos que llevan a excelentes carreras, empleos que no requieren un título de cuatro años", dijo Trump en la reunión de su gabinete, la primera desde enero que asumió el poder.
Políticos y economistas de derecha e izquierdan se han enfocado últimamente en promover la educación vocacional y la capacitación pagada en medio de una escasez de profesionales con habilidades específicas, que no requieren necesariamente un título universitario.
Trump viajará el martes junto con su hija Ivanka a Wisconsin donde visitarán una escuela superior técnica (Waukesha County Technical College) y destacarán la importancia del aprendizaje pagado en industrias que tienen dificultad para encontrar empleados calificados.
Wisconsin fue el primer estado del país que aprobó una ley para crear los programas de capacitación en 1911. Unos 11.000 adultos y 3.500 estudiantes de secundaria participan actualmente en programas de aprendizaje supervisados por el estado.
El interés en los programas de capacitación pagada en Wisconsin está aumentando, dice el secretario del Departamento de Desarrollo Laboral del estado Ray Allen, indicando que la participación de adultos ha aumentado 6 por ciento desde 2015 e incluye a unas 2.400 empresas o empleadores.
Los programas de aprendizaje profesional de Wisconsin reciben subsidios del gobierno, que las autoridades estatales esperan sea ampliada dado el interés de la Casa Blanca en los mismos.
La tasa de desempleo del estado es de 3,2 por ciento, la más baja desde el año 2.000, pero al mismo tiempo la página web estatal destaca que hay unas 97.000 plazas de trabajo abiertas en distintos sectores, que incluyen agricultura, producción industrial, tecnología de la información y cuidado de salud.
Los colegios técnicos del estado trabajan junto con el gobierno de Wisconsin para crear programas que remedien la necesidad en los sectores industrial, de construcción y de servicios. Los programas generalmente toman de dos a cinco años y pagan tanto por las clases como el tiempo de capacitación o aprendizaje en el trabajo.
El salario anual promedio de los que han completado los programas de capacitación fue de unos 67.600 dólares en 2015.
El jueves, el gobernador de Wisconsin, Scott Walker participará con otros ocho gobernadores y el presidente Trump en una reunión en la Casa Blanca sobre problemas de la fuerza laboral.
