El fiscal especial Robert Mueller ahora busca entrevistar al presidente Donald Trump sobre el despido el año pasado del exdirector del FBI James Comey y el exasesor de seguridad nacional Michael Flynn, como parte de la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016.
Mueller investiga si Trump obstruyó la justicia cuando a principios de 2017 le pidió a Comey que dejara de investigar los contactos de Flynn con el entonces embajador de Rusia en Washington semanas antes de que asumiera el cargo hace un año como presidente de Estados Unidos.
Las cuentas noticiosas estadounidenses dicen que no se sabe si Trump aceptará la entrevista, cuándo podría ocurrir, o en qué formato podría llevarse a cabo.
Meses atrás, Trump dijo que estaría "100 por ciento" de acuerdo en reunirse con los investigadores de Mueller, pero más recientemente cuestionó por qué se necesitaría una entrevista ya que no hubo "colusión".
El miércoles, nuevamente dijo que estaría dispuesto a responder cualquier pregunta bajo juramento. "Estoy deseando que llegue", dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca, y agregó: "me encantaría hacerlo".
El pedido de Mueller a los abogados de Trump para preguntarle por el despido de Flynn por mentirle al vicepresidente Mike Pence sobre sus contactos con el embajador ruso Sergey Kislyak, sus conversaciones con Comey sobre dejar la investigación de Flynn y su posterior expulsión de Comey, sugiere que Mueller ahora está concentrado en el asunto.
El senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, dijo a los periodistas: "el abogado especial está escalando inexorablemente una escala de culpabilidad criminal y se está acercando al Despacho Oval".
Trump negó haber pedido a Comey que retirara su investigación sobre Flynn, calificándola de "mentira".
La ley de los EE. UU. tipifica como delito obstruir la justicia u obstaculizar un "procedimiento oficial".
