Después de meses de campaña electoral, el candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, utiliza la última jornada antes del día de la apertura de urnas para apelar a los votantes en estados decisivos.
El exvicepresidente comenzó su día en Cleveland, Ohio y luego viajó a Pensilvania -un estado bisagra que Trump se llevó en el 2016- para celebrar varios mítines.
El estado del noreste del país, se ha convertido en uno de los más codiciados en estas elecciones, atrayendo los esfuerzos de ambas campañas en el día previo a las elecciones. Con 20 votos del colegio electoral, Pensilvania es visto como el primer estado que podría garantizar una mayoría de votos al candidato ganador.
En un evento con voluntarios de su campaña, Biden, quien nació y pasó su niñez en Pensilvania, aludió a su historia personal, identificándose con la “clase trabajadora” del estado.
El demócrata acusó a Trump -a quien llamó un “perdedor”- de “velar por los intereses” de Wall Street y de no haber aprendido el valor del trabajo.
A diferencia de él, dijo el demócrata, “yo sé que la clase media construyó este país”. Biden también resaltó la labor de los sindicatos y prometió que, de ser elegido, será “el presidente más pro-sindical” que el país ha visto.
En su primera parada en Pensilvania, Biden también insistió que no prohibirá la hidrofracturación (fracking), algo de lo que lo acusa su oponente y que tiene especial relevancia en ese estado, el segundo mayor productor de gas natural en el país.
“No importa cuantas veces Trump repita esa mentira, no vamos —insisto—, no vamos a prohibir la fracturación hidráulica”, zanjó Biden.
La hidrofracturación o fracturación hidráulica es un modo específico de extracción de gas y petróleo, que consiste básicamente en fracturar - mediante agua a presión mezclada con arena y otros elementos - las zonas rocosas del subsuelo en las que están alojadas las reservas de hidrocarburos.
En su último discurso a los votantes antes del día de las elecciones, en Pittsburgh, Pensilvania, Biden acusó a Trump de ser el presidente que más daño ha hecho a los afroestadounidenses en la historia reciente del país y prometió que, en caso de ser elegido, luchará por la justicia racial.
Biden se hizo eco de las palabras de Trump en el segundo debate presidencial, en el que aseguró ser el mandatario que más ha hecho por la comunidad negra “con la posible excepción” de Abraham Lincoln, bajo cuyo mandato se abolió la esclavitud.
“La verdad es que Donald Trump ha hecho más daño a los afroestadounidenses que cualquier otro presidente en la historia moderna”, zanjó el candidato demócrata y agregó que el republicano se ha “rehusado” a denunciar la supremacía blanca y no cree que el racismo sistemático sea un problema.
“Mañana, podemos poner fin a una presidencia que ha dividido a la nación”, sentenció Biden y pidió a los ciudadanos votar “para lograr la justiciar racial en EE.UU.”
Por su parte, el expresidente Barack Obama, viajó al sur del país, donde habló a votantes en Atlanta, Georgia, y cerrará la jornada con un mitin en Miami, Florida, acompañado por el cantante puertorriqueño, Luis Fonsi.
El martes, día de elecciones, Biden viajará a su ciudad natal, Scranton, y su esposa, Jill Biden, a Florida. Más de 90 millones de estadounidenses ya han votado de manera anticipada, según el Proyecto para las Elecciones de EE.UU. de la Universidad de Florida.