El tráfico de armas de fuego y su compra ilegal valiéndose de segundas personas sonconsiderados como delitos federales de acuerdo con un proyecto de ley bipartidista anunciado por cinco senadores en Washington.
De acuerdo con el presidente del Comité Judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, la ley fijaría duras penas para quienes adquieran un arma de fuego o municiones con intenciones de transferirlas luego a otra persona.
En este momento no existe una ley en el país que considere ilegal tal tipo de transacción ni que impida que las armas de fuego lleguen por esa vía a manos de delincuentes. La medida, en adición, haría ilegal también que esan enviadas al extranjero.
El proyecto, que será incluido el jueves por el comité como parte de un paquete de cuatro leyes encaminadas a reducir la violencia con las armas, fue elaborado por los demócratas Patrick Leahy, Dick Durbin y Kirsten Gillibrand, y por los republicanos Mark Kirk y Susan Collins.
Aunque las leyes actuales califican de delito el contrabando de entrada de armas a EE.UU. la propuesta del Senado especifica como tal además el tráfico hacia el extranjero, en una medida dirigida específicamente al trasiego ilegal de armas de fuego a través de la frontera con México.
Los senadores dijeron haber formulado el proyecto de ley por mandato de oficiales de la policía que necesitan mayor poder legal en su lucha contra los traficantes de armas.
Como resultado de la espiral de delitos con armas de fuego cometidos en Chicago, por ejemplo, la policía se ha quejado sostenidamente del flujo de armas hacia esa ciudad desde otros estados, donde han sido adquiridas por medio de segundas personas.
Mientras tanto, Estadounidenses a favor de Soluciones Responsables, un grupo que aboga por el control de armas fundado por la excongresista Gabrielle Giffords y su esposo Mark Kelly, ha lanzado una campaña de anuncios publicitarios en pro de que se haga universal el chequeo de antecedentes para la compra de armas.
Los anuncios son transmitidos en Iowa y Arizona, con la intención de persuadir a dos senadores de esos estados que se oponen a la iniciativa, y muestran a la excongresista hablando directamente a la cámara. Giffords fue baleada en la cabeza en Arizona en enero de 2011.
De acuerdo con el presidente del Comité Judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, la ley fijaría duras penas para quienes adquieran un arma de fuego o municiones con intenciones de transferirlas luego a otra persona.
En este momento no existe una ley en el país que considere ilegal tal tipo de transacción ni que impida que las armas de fuego lleguen por esa vía a manos de delincuentes. La medida, en adición, haría ilegal también que esan enviadas al extranjero.
El proyecto, que será incluido el jueves por el comité como parte de un paquete de cuatro leyes encaminadas a reducir la violencia con las armas, fue elaborado por los demócratas Patrick Leahy, Dick Durbin y Kirsten Gillibrand, y por los republicanos Mark Kirk y Susan Collins.
Aunque las leyes actuales califican de delito el contrabando de entrada de armas a EE.UU. la propuesta del Senado especifica como tal además el tráfico hacia el extranjero, en una medida dirigida específicamente al trasiego ilegal de armas de fuego a través de la frontera con México.
Los senadores dijeron haber formulado el proyecto de ley por mandato de oficiales de la policía que necesitan mayor poder legal en su lucha contra los traficantes de armas.
Como resultado de la espiral de delitos con armas de fuego cometidos en Chicago, por ejemplo, la policía se ha quejado sostenidamente del flujo de armas hacia esa ciudad desde otros estados, donde han sido adquiridas por medio de segundas personas.
Mientras tanto, Estadounidenses a favor de Soluciones Responsables, un grupo que aboga por el control de armas fundado por la excongresista Gabrielle Giffords y su esposo Mark Kelly, ha lanzado una campaña de anuncios publicitarios en pro de que se haga universal el chequeo de antecedentes para la compra de armas.
Los anuncios son transmitidos en Iowa y Arizona, con la intención de persuadir a dos senadores de esos estados que se oponen a la iniciativa, y muestran a la excongresista hablando directamente a la cámara. Giffords fue baleada en la cabeza en Arizona en enero de 2011.
