De haber sido un mes de diciembre común y corriente, el Congreso hubiese cesado sus labores el viernes con motivo de la cercana Navidad y las fiestas por la llegada del año nuevo, pero esta vez no ha sido así y los legisladores han tenido que olvidarse al menos por ahora de los días feriados.
Muchos viajaron fuera de Washington sábado y domingo pero la semana entrante estarán de regreso en el Capitolio, entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ante la sombría perspectiva de que el Congreso y Casa Blanca no hayan podido llegar aún a un acuerdo.
Si tal eventualidad no ocurre, el 1ro. de enero entrarían en vigor automáticamente subidas de impuestos para todos los estadounidenses y dramáticos recortes en el presupuesto gubernamental que, de acuerdo con economistas, lanzarían al país a un “precipicio fiscal” y provocarían una nueva recesión.
Boehner se reunió el jueves pasado por segunda vez cara a cara con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca, pero la reunión de casi una hora que ambas partes calificaron de “franca” no dio como resultado ningún avance respecto al tema crucial que al parecer tiene trabadas las negociaciones: el pedido de Obama de subir los impuestos a los ricos.
Los legisladores retornarán el lunes a sus oficinas con el propósito de tratar de encontrar una salida aceptable tanto para los demócratas como para los republicanos antes de fin de año sobre el déficit fiscal crónico y la deuda de la nación.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, dijo que las sesiones podrían extenderse hasta el día de Navidad, interrumpirse momentáneamente y reanudarse antes del año nuevo. La nueva legislatura (la 113) tiene como fecha de inicio de sus sesiones el próximo 3 de enero.
Muchos viajaron fuera de Washington sábado y domingo pero la semana entrante estarán de regreso en el Capitolio, entre ellos el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, ante la sombría perspectiva de que el Congreso y Casa Blanca no hayan podido llegar aún a un acuerdo.
Si tal eventualidad no ocurre, el 1ro. de enero entrarían en vigor automáticamente subidas de impuestos para todos los estadounidenses y dramáticos recortes en el presupuesto gubernamental que, de acuerdo con economistas, lanzarían al país a un “precipicio fiscal” y provocarían una nueva recesión.
Boehner se reunió el jueves pasado por segunda vez cara a cara con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca, pero la reunión de casi una hora que ambas partes calificaron de “franca” no dio como resultado ningún avance respecto al tema crucial que al parecer tiene trabadas las negociaciones: el pedido de Obama de subir los impuestos a los ricos.
Los legisladores retornarán el lunes a sus oficinas con el propósito de tratar de encontrar una salida aceptable tanto para los demócratas como para los republicanos antes de fin de año sobre el déficit fiscal crónico y la deuda de la nación.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, dijo que las sesiones podrían extenderse hasta el día de Navidad, interrumpirse momentáneamente y reanudarse antes del año nuevo. La nueva legislatura (la 113) tiene como fecha de inicio de sus sesiones el próximo 3 de enero.